Mario Draghi, presidente del BCE,
Vítor Constâncio, vicepresidente del BCE,
Fráncfort del Meno, 20 de julio de 2017
COMUNICADO PRELIMINAR
Señoras y señores, al Vicepresidente y a mí nos complace darles la bienvenida a nuestra conferencia de prensa. A continuación informaremos sobre los resultados de la reunión del Consejo de Gobierno celebrada hoy, a la que también ha asistido el vicepresidente de la Comisión, Valdis Dombrovskis.
Sobre la base de nuestro análisis económico y monetario periódico, hemos decidido mantener sin variación los tipos de interés oficiales del BCE. Esperamos que se mantengan en los niveles actuales durante un período prolongado que superará con creces el horizonte de nuestras compras netas de activos. En relación con las medidas de política monetaria no convencionales, confirmamos que las compras netas de activos continuarán al ritmo actual de 60 mm de euros mensuales hasta el final de diciembre de 2017 o hasta una fecha posterior si fuera necesario y, en todo caso, hasta que el Consejo de Gobierno observe un ajuste sostenido de la senda de inflación que sea compatible con su objetivo de inflación. Las compras netas se llevan a cabo paralelamente a la reinversión del principal de los valores adquiridos en el marco del programa de compras de activos que vayan venciendo.
Nuestras decisiones de política monetaria han seguido asegurando las condiciones de financiación muy favorables que son necesarias para lograr progresos continuos hacia una convergencia sostenida de las tasas de inflación en niveles inferiores, aunque próximos, al 2 % a medio plazo. La información disponible confirma un fortalecimiento continuado de la expansión económica en la zona del euro, que se ha generalizado en todos los sectores y regiones. Los riesgos para las perspectivas de crecimiento están, en general, equilibrados.
La expansión económica actual permite confiar en que la inflación evolucione gradualmente hacia niveles compatibles con nuestro objetivo de inflación, aunque aún deberá traducirse en una dinámica de inflación más sólida. La inflación general se ve frenada por la debilidad de los precios de la energía. Asimismo, los indicadores de la inflación subyacente se mantienen en general en niveles reducidos. En consecuencia, aún se necesita un grado de acomodación monetaria muy sustancial para que las presiones sobre la inflación subyacente aumenten gradualmente y respalden la evolución de la inflación general a medio plazo. Si las perspectivas fueran menos favorables, o si las condiciones financieras fueran incompatibles con el progreso del ajuste sostenido de la senda de inflación, estamos preparados para ampliar el volumen y/o la duración del programa de compras de activos.
Permítanme explicar más detalladamente nuestra valoración, comenzando con el análisis económico. El PIB real de la zona del euro aumentó un 0,6 %, en tasa intertrimestral, en el primer trimestre de 2017, tras el 0,5 % registrado en el último trimestre de 2016. Los datos más recientes, principalmente los procedentes de las encuestas, siguen apuntando a un crecimiento sólido y generalizado en los próximos meses. La transmisión de nuestras medidas de política monetaria está favoreciendo la demanda interna y ha facilitado el proceso de desapalancamiento. La recuperación de la inversión continúa beneficiándose de unas condiciones de financiación muy favorables y de las mejoras de la rentabilidad empresarial. Las mejoras del empleo, favorecidas también por anteriores reformas de los mercados de trabajo, y el aumento de la riqueza de los hogares respaldan el consumo privado. Por otra parte, la recuperación mundial debería apoyar en mayor medida el comercio y las exportaciones de la zona del euro. No obstante, las perspectivas para el crecimiento continúan viéndose frenadas por el lento ritmo de aplicación de las reformas estructurales, en particular en los mercados de productos, y por los ajustes aún pendientes en los balances de algunos sectores, a pesar de las mejoras en curso.
Los riesgos para las perspectivas de crecimiento de la zona del euro están, en general, equilibrados. Por un lado, el actual impulso positivo cíclico aumenta las posibilidades de un repunte económico más fuerte de lo esperado. Por otro, siguen existiendo riesgos a la baja relacionados principalmente con factores de carácter global.
La inflación interanual medida por el IAPC en la zona del euro se situó en el 1,3 % en junio, nivel ligeramente inferior al 1,4 % registrado en mayo, debido fundamentalmente a un descenso de la inflación de los precios de la energía. De cara al futuro, teniendo en cuenta los precios actuales de los futuros del petróleo, es probable que la inflación general se mantenga en torno a los niveles actuales en los próximos meses. Al mismo tiempo, los indicadores de la inflación subyacente se han mantenido en niveles bajos y aún no han mostrado signos convincentes de repunte, dado que las presiones internas sobre los costes, incluido el crecimiento de los salarios, siguen siendo débiles. Se espera que la inflación subyacente en la zona del euro aumente de forma solo gradual a medio plazo, con el apoyo de nuestras medidas de política monetaria, de la continuación de la expansión económica y de la correspondiente absorción paulatina de la holgura de la economía.
En lo que respecta al análisis monetario, el agregado monetario amplio (M3) sigue creciendo a un ritmo sólido, a una tasa interanual del 5,0 % en mayo, tras el 4,9 % registrado en abril. Como en meses anteriores, el crecimiento interanual de M3 se basó principalmente en sus componentes más líquidos, con una tasa de crecimiento interanual del agregado monetario estrecho (M1) del 9,3 % en mayo, sin variación respecto a abril.
La recuperación del crecimiento de los préstamos al sector privado observada desde principios de 2014 sigue adelante. La tasa de crecimiento interanual de los préstamos a las sociedades no financieras se mantuvo estable en el 2,4 % en mayo, mientras que la tasa de crecimiento interanual de los préstamos a los hogares aumentó hasta el 2,6 %, desde el 2,4 % registrado en abril. Los resultados de la encuesta sobre préstamos bancarios en la zona del euro del segundo trimestre de 2017 indican que los criterios de aprobación del crédito a las empresas y a los hogares para adquisición de vivienda han seguido relajándose y que el crecimiento de los préstamos sigue estando apoyado por el aumento de la demanda. La transmisión de las medidas de política monetaria adoptadas desde junio de 2014 sigue respaldando sustancialmente las condiciones de financiación de las empresas y los hogares, así como los flujos de crédito en toda la zona del euro.
En síntesis, el contraste de los resultados del análisis económico con las señales procedentes del análisis monetario confirmó la necesidad de mantener un grado muy considerable de acomodación monetaria para asegurar un retorno sostenido de las tasas de inflación a niveles inferiores, aunque próximos, al 2 %.
Para obtener todos los beneficios de nuestras medidas de política monetaria, es necesaria una contribución decisiva de otras políticas a fin de fortalecer el potencial de crecimiento a más largo plazo y reducir las vulnerabilidades. La aplicación de reformas estructurales debe intensificarse considerablemente para aumentar la capacidad de resistencia, reducir el desempleo estructural e impulsar el crecimiento de la productividad. En lo que se refiere a las políticas fiscales, una intensificación de los esfuerzos para lograr una composición de las finanzas públicas más favorable al crecimiento beneficiaría a todos los países. La aplicación plena, transparente y coherente del Pacto de Estabilidad y Crecimiento y del procedimiento de desequilibrio macroeconómico a lo largo del tiempo y en los distintos países sigue siendo esencial para mejorar la fortaleza de la economía de la zona del euro.
Quedamos a su disposición para responder a sus preguntas.