Se intensifica la guerra comercial entre Estados Unidos y China, justo cuando se pensaba que la situación se podría resolver pronto. Trump ha aumentado de un 10% al 25% los aranceles a unos 200.000 millones de dólares en productos chinos después de que supuestamente China incumpliera con lo pactado en el acuerdo que lleva meses diseñándose.
La excusa de China es que para poder cumplir con lo exigido por Estados Unidos dentro del acuerdo, hay que cambiar algunas leyes en el parlamento chino y eso es un proceso largo y difícil de completar. Sin embargo, algunos analistas políticos opinan que posiblemente los miembros del parlamento chino de vieja guardia están presionando para que no se lleve a cabo ningún cambio en las leyes.
Para los Estados Unidos es de suma importancia que China haga cambios legislativos de fondo que garanticen la implementación del acuerdo en el futuro, ya que China tiene una larga historio de incumplimientos. En realidad, no hay suficiente confianza entre ambas partes como para firmar un acuerdo sin un mecanismo que garantice la implementación correcta de este a futuro.
Los chinos parlamentarios de vieja guardia y los oficiales estadounidenses más conservadores son los que principalmente han evitado que el acuerdo comercial no se haya firmado aún. Según como iban las negociaciones, ya era hora que las dos economías más grandes del mundo hubieran firmado un acuerdo comercial, pero los conservadores de ambos lados no quieren dar el brazo a torcer.
Por un lado, en China hay algunos que piensan que la economía está suficientemente fuerte como para ceder a las presiones de Washington. Adicionalmente, los exportadores chinos no han tenido que bajar demasiado sus precios durante la guerra comercial para compensar por los aranceles. Lo que quiere decir esto es que los precios de los productos han subido, pero no son los exportadores chinos los que están soportando la carga.
Trump ha dicho que China es la que está pagando los aranceles, pero en realidad los exportadores de productos chinos son en su mayoría empresas estadounidenses, establecidas y registradas en Estados Unidos, no en China. Por lo tanto, no es en realidad China la que está pagando por los aranceles.
En respuesta al aumento de los aranceles de Trump, China ha dicho que aumentará los aranceles entre un 10% hasta un 25% en unos 60.000 millones de productos estadounidenses desde el 1 de junio. China no puede responder con las mismas cifras que Estados Unidos, debido a que su superávit comercial juega a favor de Trump. Después del anuncio de China, Trump le advirtió a Pekín de no subir los aranceles a los productos estadounidenses.
Faltan otros 300.000 millones de dólares en productos
El superávit comercial de China con Estados Unidos es de aproximadamente unos 525.000 millones de dólares. Trump le ha impuesto aranceles a unos 200.000 millones de dólares en productos chinos. Por lo tanto, todavía le quedan más de 300.000 millones de dólares en productos chinos a los que puede aumentarle los aranceles.
Esa ventaja es la que está usando Trump para presionar a China. Es posible que durante esta semana se discuta la manera en que Estados Unidos va a subir los aranceles a los próximos 300.000 millones de dólares en productos chinos. De suceder eso, entonces las dos superpotencias económicas estarían entrando en una guerra comercial a toda escala y es ahí donde en realidad nos vamos a dar cuenta de qué tan resistente está cada economía.
Inicio de semana bajista para el dólar
El índice del dólar inicia la semana a la baja y de cerrar esta semana en territorio negativo, estaría completando tres semanas consecutivas cayendo. Sobre el gráfico semanal del índice del dólar podemos ver que de continuar cayendo, su próximo soporte podría ser la zona del 96,00 y el EMA de 55 semanas (línea morada) también podría actuar de nuevo como soporte. Por otro lado, la zona del 98,00 podría actuar como resistencia de nuevo, pero por encima de ese nivel no hay más resistencias relevantes hasta la zona del 100,00.
Alexander Londoño,
Analista Colaborador de ActivTrades
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