Todo el mundo afirma que la pandemia está acelerando las principales tendencias. Hemos descubierto que también está beneficiando a las empresas que ofrecen soluciones contra el cambio climático.
El cambio climático sigue siendo una cuestión importante para los inversores. Los fenómenos meteorológicos extremos pueden provocar pérdidas financieras. Los activos pueden depreciarse a medida que el mundo avanza hacia una economía baja en carbono y las leyes y regulaciones se modifican para promover una mayor sostenibilidad medioambiental. Pero el cambio climático también ofrece oportunidades de inversión en todos los sectores de la economía mundial.
En DWS (DE:DWSG) hemos diseñado y aplicado un sistema de calificación del riesgo de transición climática (climate transition risk o CTR) con el que nos proponemos identificar los riesgos y las oportunidades derivados de la transición a una economía baja en carbono (puede obtener más información en nuestro CIO View Quarterly de septiembre de 2019). El sistema de calificación, de la A a la F, combina los datos de los indicadores de riesgo climático más recientes de MSCI, ISS-ESG y Morningstar Sustainalytics para identificar a las empresas que están liderando esta transición y las que se han quedado rezagadas.
Hemos aplicado nuestro sistema de calificación CTR para comparar a las empresas para las que el cambio climático representa una oportunidad (CTR leaders) con aquellas para las que supone un riesgo (CTR laggards). Como puede observarse en nuestro Gráfico de la Semana, estos dos grupos de empresas han registrado notables diferencias de rentabilidad en 2020. Mientras que las líderes han superado al MSCI AC World en un 41% en lo que va de año (a 31/07/2020), las rezagadas se han quedado un 22% por detrás del índice.
El riesgo de transición climática suele estar relacionado con el sector, por lo que no sorprende que las ponderaciones sectoriales de ambos grupos muestren importantes diferencias. Las CTR leaders operan principalmente en los sectores de consumo discrecional (29%), industriales (25%) y tecnologías de la información (38%). Los coches eléctricos (consumo discrecional), los equipos eléctricos y de construcción (industriales) y los productos informáticos (TI) están contribuyendo decididamente a la lucha contra el cambio climático. Por su parte, las CTR laggards se concentran principalmente en el sector energético (45%), de materiales (22%) y de suministros públicos (22%), donde encontramos ejemplos de operaciones típicamente ligadas a riesgos medioambientales, como la prospección de petróleo, la extracción de metales y la minería del carbón.
Aunque no atribuimos el mejor comportamiento de las CTR leaders únicamente a los factores medioambientales, sociales y de gobierno corporativo (ESG), lo cierto es que, durante la pandemia, los valores con una elevada calificación CTR se han comportado mejor en general. "La calidad ESG sigue siendo un aspecto importante para los inversores y para la rentabilidad, con independencia de la empresa, el sector o el subsector", asegura Petra Pflaum, CIO de Inversiones Responsables en DWS. "Integrar la información ESG en el análisis financiero nos permite diferenciar a las empresas líderes en ESG de las rezagadas, con el objetivo de aprovechar las oportunidades de inversión y reducir los riesgos".
En el volátil entorno en el que nos encontramos este año, encontrar el equilibrio entre rentabilidad y riesgo resulta particularmente importante. Como hemos visto, analizar las empresas desde una perspectiva ESG puede aportar información muy valiosa. Y es posible que, durante la pandemia de Covid, los inversores le hayan prestado aún más atención a las cuestiones ESG en general y a las relacionadas con el cambio climático en particular, contribuyendo al mejor comportamiento de las CTR leaders.