En 2014, el valor del rublo cayó a la mitad. Mientras que a principios de enero la moneda rusa cotizaba a 33 rublos por dólar, el viernes pasado el tipo de cambio cerró por encima de 65, lo que implica una depreciación del 98% en lo que va del año. Más grave aún, la mitad de este efecto sucedió durante los últimos dos meses. La actual desvalorización de la moneda rusa es la más grande desde la crisis de 1998.
Sin lugar a dudas, la economía rusa depende fuertemente de la producción de petróleo y gas. Los hidrocarburos representan poco más del 70% de las exportaciones del país, y el gobierno de Putin controla directa e indirectamente a muchas de las empresas del sector, entre ellas Rosfnet y Gazprom, ambas en una situación financiera complicada.
¿Cuáles son las causas de la actual crisis cambiaria rusa?
En materia económica, Rusia se encuentra en condiciones para enfrentar la crisis en el corto plazo. El Banco Central tiene más de 400 mil millones de dólares y la deuda pública asciende a 9,2% del PBI. Sin embargo, existen dos factores que pueden desestabilizar a la novena economía más grande del mundo. En primer lugar, la enorme caída en el precio del petróleo de 100 dólares a menos de 60 dólares el barril tiene consecuencias directas en el valor del rublo. El siguiente gráfico muestra la evolución del precio del Petróleo Crudo WTI en el eje izquierdo vs. el tipo de cambio del rublo frente al dólar en el eje derecho:
Como se puede observar, la caída en el precio del petróleo se ve fielmente reflejada en la desvalorización de la moneda rusa. Sin entrar en detalles, existe una relación casi perfecta e inversa entre ambas, esto es, una caída en el precio del petróleo se corresponde con una suba del tipo de cambio.
En segundo lugar, la guerra en Ucrania ha desatado una serie de complicaciones para la economía rusa. Los Estados Unidos y la Unión Europea han sancionado financieramente a muchas empresas del país, lo que se traduce en grandes problemas de comercio exterior y de refinanciación de deuda.
¿Qué podemos esperar para el 2015?
Lamentablemente para el gobierno y la sociedad rusa, las expectativas para el 2015 son potencialmente devastadoras. La situación financiera de las empresas rusas se verá realmente agravada, y esto se debe a un cuádruple combo: menores ingresos de divisas por exportación de crudo + grandes repagos de deuda + dificultad de financiación en el exterior + depreciación del rublo. Esta combinación, que se retroalimenta, generará presiones inflacionarias y caída del Producto Bruto Interno.
Dicho escenario será perfectamente plausible por dos cuestiones. Por un lado, el Banco Central ruso puede intervenir el mercado cambiario vendiendo dólares, pero este efecto de corto plazo no podrá mantenerse con los precios actuales del crudo. Por otro, no hay ninguna expectativa de una recuperación del petróleo. La OPEC decidió mantener la oferta de crudo y declaró una “guerra de precios” contra los Estados Unidos, cuya extracción no convencional es más costosa.
La grave situación económica rusa y, en particular la actual crisis cambiaria, lejos de estar en su apogeo, recién comienza y es parte de una guerra económica de las grandes potencias.