Este martes pasado, la Comisión de Comercio de Futuros de Materias Primas de Estados Unidos hablaba de la regulación de las criptomonedas. A muchos les ha parecido una buena noticia, aunque algo tardía; otros creen que podría ser el final de lo que ha hecho tan atractivo el espacio de las criptomonedas, la relativamente libre interacción al alcance de sus participantes, además de un camino abierto a la innovación y sin las restricciones existentes en torno a las monedas digitales así como a otras clases de activos.
Aun así, después de una semana relativamente traumática en la que hemos observado el desplome de los precios del bitcoin, en un momento dado incluso por debajo de la referencia de 6.000 USD, esto no ha sido inesperado ni injustificado. Además, una observación por parte del presidente de la comisión, J. Christopher Giancarlo, ha dado esperanza incluso a los más fervientes entusiastas de las criptomonedas:
"Le debemos a esta nueva generación respetar su interés en esta nueva tecnología abordando su regulación con detenimiento”.
¿A qué velocidad se implementará la regulación realmente? ¿De qué deberían ser conscientes los inversores en criptomoneda?
Como el salvaje oeste
En el entorno actual, relativamente sin regulación, todo el mundo ha hecho básicamente lo que le ha dado la gana, señala Martin Wos, codirector y CVO de Block Stocks. Obviamente, esto ofrece una serie de oportunidades, pero también supone un riesgo considerable. Wos lo describe como agotador, comparando el existente entorno de las criptomonedas con un salvaje oeste sin ley.
"Por un lado, es fácil entender que la mayoría de los Gobiernos digan o hagan poco y permanezcan al margen para observar completamente la situación. Por otro lado, otros se cubren las espaldas y tratarán primero de prohibir cualquier cosa nueva y luego implementar nuevas regulaciones para proteger a los inversores, como es el caso de China, por ejemplo (aunque China tiene además otras razones para tomar estas medidas). Además, algunos Gobiernos son muy lentos y tardan mucho en tomar cualquier decisión, lo que (en mi opinión) es fatal para el entorno de las criptomonedas que crece rápidamente".
Singapur y Suiza a favor
Cabe destacar, sin embargo, según Wos, que ya existen regulaciones favorables en algunos lugares del mundo. El Gobierno de Singapur, durante unas declaraciones publicadas el lunes pasado, indicó su deseo de seguir ofreciendo un entorno permisivo tanto para el comercio de criptomonedas como para la innovación del blockchain. Lo mismo ocurre en Suiza. El ministro de Economía del país europeo comunicó a la prensa hace poco que Suiza quiere ser una "criptonación".
El Dr. Jeppe R. Stokholm, un abogado danés afincado en Zurich especializado en el Derecho de las criptomonedas, señala, a través de un caso de aceptación regional, cómo se ha trasformado Suiza en una nación muy fan de las criptomonedas:
"En el cantón de Zug, se permiten los criptopagos para servicios públicos, incluyendo billetes de tren y de autobús. Hay varios criptocajeros en los que puede comprarse moneda digital o cambiarla a dinero en efectivo, e incluso floristerías, peluquerías, restaurantes, hoteles, panaderías, proveedores de servicios de ocio y zapaterías que anuncian su capacidad de aceptar criptomonedas como pago. No es de extrañar que el cantón de Zug se conozca como el "valle de las criptomonedas" y atrae a desarrolladores de monedas digitales y empresarios de todo el mundo".
Sin embargo, advierte de que la situación jurídica de los pagos con moneda digital varía de jurisdicción a jurisdicción y no está todavía definida o en vigor en muchas de ellas. Todavía no hay un enfoque uniforme compartido por los Estados para gestionar las cuestiones jurídicas relacionadas con las criptomonedas ni existen normas internacionales.
El legado de la economía dirigida implica más regulación en China
Por supuesto, como saben la mayoría de inversores en criptomonedas, no todos los Gobiernos son tan dispuestos como los dos citados. Algunos, como China, han prohibido la actividad con criptomonedas hace meses. Eiland Glover, CEO de Kowala, una empresa que está desarrollando una moneda digital autónoma usando el protocolo Kowala, se centra en el entorno en general más regulado de la segunda economía mundial:
"China tiene un legado de economía dirigida, y las autoridades reguladoras han dejado claro de obra y palabra que tienen la intención de eliminar cualquier actividad con criptomonedas que pudiera socavar el control del Gobierno sobre la economía. Espero que los reguladores chinos prohíban todas las criptomonedas menos las oficiales (o las oficiales de facto) y sean pioneros del potencial de esta tecnología.
Los reguladores de Estados Unidos tienden a levantar más la mano e intervenir cuando tiene lugar alguna desviación. La confusa redacción de las leyes sobre los valores y materias primas de Estados Unidos da a los reguladores de la nación mucha manga ancha, el reto va a ser interpretar estas leyes de forma que disuada y sancione a los malos actores, sin arrojar a los innovadores a los brazos de otro país o, peor aún, a las vías del tren".
La volatilidad obliga a la regulación
Aun así, los recientes máximos y mínimos tremendos de los precios de las criptomonedas, junto con la rápida proliferación de nuevas criptomonedas, ha obligado a los reguladores a ser más proactivos. Angela Walch, profesor asociado de la Facultad de Derecho de la Universidad de St. Mary, en Texas, e investigador del Centro Tecnológico del Blockchain de la University College de Londres, dice:
"Durante unos cuantos años, los reguladores han podido observar las criptomonedas desde la barrera, pues estos sistemas eran relativamente pequeños, aislados del sistema financiero convencional y no era probable que afectaran a las pequeñas empresas de manera significativa. Los reguladores han perseguido a los timadores y estafadores más evidentes, pero generalmente han permitido que creciera el ecosistema de las criptomonedas, en consonancia con su objetivo de permitir que prospere la innovación, indicado tantas veces.
Al mismo tiempo, los reguladores y legisladores han tratado claramente de demostrar su apoyo a la tecnología del blockchain, creando grupos de trabajo, recibiendo a los expertos en la tecnología para educarlos y redactando informes que exploran el potencial de la tecnología en innumerables campos”.
Sin embargo, el crecimiento de la actividad de ICO, incluyendo un pequeño número de ICO fraudulentas, así como la posibilidad de las estafas comerciales, junto con el crecimiento de la industria de las criptomonedas en general, que alcanzó los 700.000 millones de USD en enero, ha llevado a Walch a creer que se aplicarán medidas reglamentarias significativas el año que viene.
Es posible que haya pasado el momento en el que se podía mirar la criptoinnovación sin consecuencias. Por otro lado, el modelo suizo podría ser más resistente y, al menos para los mercados desarrollados, más factible económicamente.