Análisis realizado al cierre del mercado estadounidense por Kathy Lien, directora general de Estrategia FX en BK Asset Management.
El dólar estadounidense gana posiciones con respecto a las demás monedas principales después de que el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, expresara poca o ninguna preocupación por el reciente repunte del rendimiento de los bonos. El rendimiento de los bonos del Tesoro a 10 años subió un 4%, cerrando en máximos de un año. Las acciones se desplomaron en respuesta, cayendo el Dow Jones de Industriales más de 300 puntos. El aumento del rendimiento es malo para las acciones porque unos costes de financiación más elevados ralentizan la recuperación. Los tipos hipotecarios a 30 años de referencia, por ejemplo, se sitúan por encima del 3% por primera vez desde julio de 2020. Los tipos de interés siguen siendo muy bajos, pero la refinanciación y la demanda de vivienda nueva se calmarán si los tipos hipotecarios continúan subiendo.
El dólar estadounidense se beneficia de varias maneras diferentes. La confianza de Powell en la economía estadounidense y su capacidad para gestionar la subida de los tipos es buena para el dólar. Un rendimiento más atractivo también impulsa la demanda de billete verde y, lo que es más importante, la caída de las acciones atrae a los inversores a la seguridad de la moneda. El par USD/JPY ha registrado máximos de ocho meses tras las declaraciones de Powell, mientras que el USD/CHF alcanzado máximos de cuatro meses.
La gran pregunta ahora es si el informe de empleo no agrícola del viernes ampliará o frenará las ganancias del dólar. Basándonos en el repunte de hoy y en la subida de las acciones antes de la comparecencia de Powell, a los inversores no les preocupa que las cifras del informe de empleo sean débiles. En los últimos dos meses, el mercado laboral fue muy débil: en diciembre se destruyeron 227.000 puestos de trabajo y sólo se recuperaron 49.000 de esos puestos de trabajo en enero. Los economistas esperan una fuerte recuperación en febrero, incorporando las empresas estadounidenses a más de 180.000 trabajadores. No hay duda de que el mercado laboral del sector manufacturero avanza adecuadamente, pero el sector servicios se está desacelerando. Ayer conocíamos que el índice ISM no manufacturero descendió de 58,7 a 55,3 puntos en febrero, disminuyendo el componente laboral desde 55,2 a 52,7 puntos. ADP también ha reportado un crecimiento más débil del empleo. Hay razones para creer que se crearon más puestos de trabajo en febrero, pero el deterioro de estas dos cifras clave sugiere que el informe podría no cumplir las expectativas. Unos datos de empleo más débiles agravarían la caída de las acciones y la venta de divisas de riesgo. Irónicamente, esto significa que podría ser positivo en lugar de negativo para el dólar porque, en última instancia, la economía estadounidense va camino de la recuperación.
Argumentos para un informe negativo
1. Disminución del componente laboral de los servicios del ISM.
2. ADP informa de un aumento de las nóminas de 117.000 frente a 195.000.
3. Caída del índice de confianza de los consumidores de la Universidad de Michigan.
Argumentos para un informe positivo
1. Las solicitudes de subsidio por desempleo de las últimas cuatro semanas descienden por cuarta semana consecutiva.
2. Las solicitudes recurrentes bajan de 4,69 millones a 4,295 millones.
3. Challenger reporta una disminución de los despidos.
4. El índice de confianza de los consumidores del Conference Board registra máximos de tres meses.
5. El componente laboral del ISM manufacturero registra su cota más alta desde marzo de 2019.
Es importante entender que las relajadas previsiones de Powell sobre la inflación y el rendimiento de los bonos provienen del optimismo. Powell ha dicho: "Creemos que, a medida que la economía se reactive y con suerte se recupere, la inflación subirá debido a un simple efecto base". "Eso podría crear cierta presión al alza sobre los precios. Hay buenas razones para pensar que las perspectivas son cada vez más positivas". Powell no ve razones para tomar medidas para estabilizar el mercado de bonos y frenar el aumento del rendimiento.
El franco suizo y el yen japonés han sido los que más se han vendido frente al dólar estadounidense, pero otras monedas no se quedaron atrás. Las ventas minoristas de la eurozona, considerablemente más débiles de lo esperado, contribuyeron a lastrar el EUR/USD por debajo del nivel de 1,20. Sin embargo, los datos comerciales de Australia, mejores de lo esperado, no ayudaron al dólar australiano a evitar una caída. Además del informe de empleo no agrícola, la semana que viene también se publican los informes del PMI Ivey y de la balanza comercial de Canadá.