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Este artículo fue escrito en exclusiva para Investing.com.
En 2010 alguien me habló por primera vez del Bitcoin. Aunque la idea despertó cierto interés, yo soy de la vieja escuela. Dejé los videojuegos en la universidad, a finales de los años 70, tras pasar horas jugando a Pong, Asteroids e incluso a Pac-Man.
Yo me crie en Brooklyn, Nueva York. Cuando era pequeño, mi padre me llevaba a un salón recreativo local donde el Skeeball era un juego popular. Con una buena puntuación te daban tickets. Esos tickets se podían canjear por una serie de juguetes baratos. Era un excelente negocio para los propietarios de los recreativos, ya que los niños invertían en los juegos más dinero del que costaban casi todos los premios.
En mi opinión, el Bitcoin era un ticket para un premio sin valor. Al fin y al cabo, el precio de un Bitcoin estaba por debajo de 1 dólar cuando me fijé por primera vez en la criptodivisa. Ni en mis sueños más descabellados podría haber imaginado que llegaría a valer los casi 70.000 dólares de sus últimos máximos.
Sin embargo, mucho antes de 2021, ya empecé a tirarme de los pelos. A 100 dólares por token, seguía pensando que era una moda pasajera. A 1.000 dólares, pensé que era una burbuja. A 10.000 dólares, empecé a darme de bruces con la realidad. A 20.000 dólares, me di cuenta de que había perdido el tren. A los 50.000 dólares, me prometí a mí mismo que no volvería a descartar algo que no entendía.
La tragedia personal es que yo abrazo el libertarismo. El Bitcoin y las demás criptomonedas encarnan la ideología que transfiere el control de la oferta monetaria de los gobiernos a los individuos.
Se ha desarrollado un patrón de precios entre las principales criptodivisas. Cada nuevo acontecimiento que amplía el mercado potencial tiende a conducir a nuevos y mayores máximos. Las repercusiones tienden a conducir a una corrección.
La volatilidad sin precedentes de esta clase de activos hace que las oscilaciones de los precios sean vertiginosas. Hemos sido testigos del ejemplo más reciente de esto después de que el Bitcoin y el Ethereum alcanzaran nuevos máximos históricos el 10 de noviembre. La acción de los gráficos en esos días validó y confirmó el patrón de precios.
El 10 de noviembre, la criptodivisa líder registraba nuevos máximos de 69,355 dólares en el contrato de futuros de próximo vencimiento del CME de noviembre. El impulso hacia nuevos máximo se quedó sin compradores y el precio revertió su rumbo a la baja.
Fuente: CQG
Como destaca el gráfico diario, los futuros de Bitcoin registraron nuevos máximos históricos el 10 de noviembre y cerraron la sesión por debajo de mínimos del día anterior. El patrón de reversión clave bajista del gráfico diario llevó a más ventas. Esto llevó el precio a mínimos de 53.625 dólares la semana pasada, una corrección del 22,7%.
El Bitcoin presentó otro patrón de reversión bajista el viernes 26 de noviembre.
La segunda criptodivisa líder se ha movido en la misma línea que el Bitcoin.
Fuente: CQG
Los futuros del Ether cayeron tras registrar nuevos máximos de 4.902,75 dólares el 10 de noviembre, registrando mínimos en 3.920,00 dólares la semana pasada, el 26 de noviembre. El descenso del 20% se produjo cuando los futuros del Ether presentaron el mismo patrón clave de reversión a la baja el 10 de noviembre y el 26 de noviembre.
En los últimos años, los nuevos eventos han impulsado los valores de las criptodivisas a máximos cada vez que un producto o noticia ampliaba el mercado potencial de los tokens. El primer ejemplo llegó en 2017, cuando la CME lanzó los futuros de Bitcoin.
Fuente: CQG
El gráfico mensual muestra el movimiento hasta más de 20.000 dólares por token y la posterior corrección a poco más del nivel de 3.000 dólares. En abril de 2021, la cotización de la bolsa Coinbase (NASDAQ:COIN) en el NASDAQ, que hizo más accesible el comercio de criptomonedas, impulsó el precio más allá de los 65.000 dólares por primera vez.
El bitcoin cayó hasta el nivel de 28.800 dólares en junio tras registrar nuevos máximos. Los futuros de Ethereum registraron máximos de 4.406,50 dólares en mayo antes de caer hasta 1.697,75 dólares en junio, ya que ambas criptomonedas perdieron más de la mitad de su valor.
Los retrocesos bajistas y la reciente acción de los precios sugieren que podría avecinarse una corrección aún más profunda durante las próximas semanas y hasta el final de este año.
Las enormes oscilaciones de precios asustan a los inversores. En los días de gran volatilidad, la compra puede desvanecerse a la baja y la venta tiende a evaporarse al alza. Sin embargo, esto crea un paraíso de oportunidades para los traders más ágiles que se mantienen en todo momento al corriente de los mercados volátiles.
El Bitcoin y el Ethereum tienen el tipo de masa crítica que permite la actividad comercial. A finales de la semana pasada, el Bitcoin se situaba en el nivel de 54.460 dólares, ascendiendo su capitalización de mercado a 1,023 billones de dólares. El valor del Ethereum, a 4.068 dólares, superaba los 480.000 millones de dólares. El 25 de noviembre, durante un periodo de 24 horas, se negociaron más de 32.900 millones de dólares en Bitcoin, y más de 18.500 millones de dólares en Ethereum cambiaron de manos, según CoinMarketCap.
Estos dos líderes ofrecen liquidez de negociación. El volumen de negociación de la tercera criptomoneda líder, el Binance Coin (BNB), ascendió a poco más de 2.720 millones de dólares en el mismo periodo, una pequeña fracción del valor de los dos líderes.
Cuando se trata de negociar con criptomonedas, el volumen conduce a unos márgenes de oferta y demanda más ajustados y aumenta las oportunidades.
Algunos de los devotos más acérrimos del Bitcoin llevan bastante tiempo apostando por que el precio ascenderá hasta el nivel de 100.000 dólares a finales de 2021. Estuvo a punto de conseguirlo, pero se detuvo justo por debajo del nivel de 70.000 dólares antes de la última corrección. A falta de poco más de un mes, los 100.000 dólares parecen difíciles de alcanzar.
Mientras tanto, apostar contra el Bitcoin, el Ethereum y otras criptomonedas ha sido mala idea estos últimos años. En las próximas semanas, el CME lanzará un contrato micro Ethereum, que podría aumentar su penetración en el mercado, lo que ha llevado a más compras y precios más elevados en esta clase de activos.
No es que apueste en contra de la subida de los precios de las criptomonedas, pero no me sorprendería que registraran mínimos más bajos antes de recuperarse el interés de compra. Arriesgue sólo lo que pueda permitirse perder en esta clase de activos, ya que ofrece recompensas espectaculares pero conlleva riesgos proporcionales.
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