La última semana, al menos algunos mercados han actuado de manera más racional y coherente. Y es que es una creencia errónea y muy difundida esa que afirma que la inercia natural de las Bolsas es tender a subir, como si las compañías y las economías siempre fuesen bien. Claro, como es algo que nos atañe porque nos afecta al bolsillo, todo dios se queja cuando los mercados caen, cuando sucede lo contrario ha pasado un ángel, no se escucha absolutamente nada.
Es un mundo artificial y falso en el que nos encontramos sumidos desde hace años. Las Bolsas europeas acumulan años subiendo gracias a las medidas monetarias del BCE, no se equivoquen.
Eso de que las Bolsas son el termómetro de la economía es un mantra muy bonito pero bastante alejado de la realidad.
Fíjese que el Eurostoxx (futuro), el mercado más importante de Europa y el Dax alemán (futuro) sólo han subido un día y a pesar de las fuertes caídas del jueves y del viernes, han cerrado la semana ligeramente en negativo y en positivo respectivamente.
¿Cómo puede explicarse a los neófitos que las Bolsas siguen sin caer, cuando los inversores buscan refugio en el bono alemán ante la preocupación por las elecciones francesas, con una rentabilidad del bono a 2 años de Alemania que cae a mínimos históricos?
Artificio, intervencionismo, pero como es para subir, nadie pone el grito en el cielo.
Dirá usted qué me pasa, que cómo estoy así cuando las Bolsas suben. Sencillo, me gusta lo natural, que suban cuando hay motivos para subir y que caigan cuando sea al contrario. Porque de esa manera es más “sencillo” para los inversores bien formados e informados, pero cuando es la manipulación la que interviene, estamos vendidos a la inercia del devenir de los mercados.
Sea como fuere, la tendencia principal en Europa es alcista y en el corto plazo ningún síntoma de debilidad mientras el futuro del Eurostoxx se mantenga por encima de los 3225 puntos (cerró la semana en 3315) y futuro del Dax por encima de los 11475 puntos (cerró la semana en 11828).