"En un mercado dominado por los hedge funds, tanto dentro como fuera de España, que son los que trasladan ingentes cantidades de dinero desde unas áreas del Planeta hacia otras, la frase “If you can't win them join them” (en castellano: Si no puedes con tu enemigo, únete a él) adquiere una relevancia determinante, única. No es el momento de entrar en análisis bizantinos, si hay dinero del inversor de a pie, si hay apetito por el riesgo o si lo que parece ser no es lo que parece, aunque, en esta gráfica haya aparecido de nuevo la figura de Emilio Botín afirmando, desde Estados Unidos que "Está llegando dinero a España por todas partes". No vamos a discutir acerca de la procedencia del dinero, porque en nuestro banco llevamos detectando desde la primavera pasada un interés comprador por parte de poderosos hedg funds, que han sido, una vez más, los artífices del rally alcista en curso, como antes lo fueron de la masacre de la Bolsa española, a través de posiciones cortas y otros artilugios financieros. Los hedge funds comienzan a tomar posiciones en Telefónica, los dos grandes bancos, la banca mediana (nacionalizada y sin nacionalizar), Repsol, Gas Natural e Iberdrola..."
"Se han fijado, también, en valores con fuerte contenido fundamental como Acerinox, Arcelor y alguno más que se me escapa. Para los hedge funds destinar un porcentaje mínimo de su cartera a la Bolsa española, en lugar de a la brasileña o mexicana, les supone un golpe de tecla y una muesca en el culata de su revólver, de su ingente patrimonio. Pero para la descapitalizada Bolsa española, ese golpe de estrategia significa un aluvión de órdenes, de dinero, como se observa día a día en los volúmenes negociados..."
"Hay avisados expertos y operadores que se han subido al carro. Nosotros recomendamos a nuestros clientes que no esperen más y que se suban ya, porque aún hay mucha carrera alcista por delante en este rally del mercado español ¿Argumentos? Las mejoras en las variables económicas que inducen a los hedge funds a tomar o deshacer posiciones. En el caso de la Bolsa española, aún queda mucho por arbitrar, en dirección positiva, el diferencial que existe entre el Ibex y otros índices principales de la zona euro. El índice español ha subido mucho menos en los últimos seis años.."
"La industria de la intermediación financiera hace muchos años que se subió a lomos de los algoritmos, de las máquinas, de la Inteligencia Artificial. Las máquinas arbitran con la prima de riesgo y la Bolsa, con los bonos y las acciones. Máquinas muy potentes, que antes destrozaron todo lo que afectaba a la Bolsa española y ahora, gracias a unos algoritmos más positivos, la encumbran ¿Inversor final? ¿Dinero del ciudadano de a pie? Menos de lo que se dice por ahí, entre otras cosas, porque el inversor final no es idiota y ya ha aprendido a sumarse a la tendencia de los dueños del asunto, es decir, los hedg funds", me decía ayer el director de ventas de un banco de inversión.
Y en este enclave, dos años y medio después, sigue siendo muy válido un artículo de Félix Salmon al respecto: La primavera pasada (hace dos años y medio), el Dow Jones lanzó un nuevo servicio llamado Lexicon, que envía noticias financieras en tiempo real a los inversores profesionales. Esto en sí no es sorprendente. La compañía detrás de The Wall Street Journal y Dow Jones Newswires, se ha hecho un nombre con la publicación de una clase de noticias que mueven el mercado de valores.
Pero muchos de los inversores profesionales suscritos a Lexicon no son humanos, ellos son algoritmos, cuyas líneas de código dominan cada vez más las operaciones en el mercado de valores. Este tipo de inversores no leen las noticias como lo hacen los humanos. Ellos no necesitan que la información venga en vuelta de una historia, ellos sólo quieren datos, y las acciones concretas que esas palabras representan. Lexicon escanea todas las noticias en tiempo real, buscando pistas textuales que podrían indicar a un inversor que hacer respecto a una acción determinada.
A continuación envían esa información de forma legible para sus clientes algorítmicos, que la analizan de forma más profunda y realizan operaciones en base a ella. Las máquinas no realizan únicamente cálculos, toman decisiones. Según las últimas estimaciones, la operativa en el mercado de valores por programas automáticos representa alrededor del 70% del total. Cada vez de forma más acuciada, las variaciones del mercado no están basadas en la competencia entre diversos gestores para ver quién tiene la información o el análisis más correcto, sino por febriles algoritmos que exploran el mercado a la búsqueda de débiles señales de ganancias potenciales.
Los algoritmos se han arraigado tanto en nuestro sistema financiero, que los mercados ahora no podrían funcionar sin ellos. Los operadores de alta frecuencia compran y venden miles de acciones cada segundo, en una escala masiva, y se aprovechan de pequeñas variaciones del título, para generar grandes rendimientos, o grandes pérdidas.
El resultado: un sistema más eficiente, más rápido y más inteligente que cualquier humano.
También es más difícil de entender, predecir y regular. Los algoritmos, como la mayoría de los operadores humanos, tienden a seguir un juego de reglas bastante simples. Pero también responden inmediatamente a las condiciones siempre cambiantes del mercado. Cada operación de estos sistemas automáticos afectan directamente al análisis de otros sistemas automáticos, por lo que al final todo se reduce a un diálogo entre máquinas difícil de entender para un analista o gestor humano.