Las acciones de Boeing (NYSE:BA) están mostrando más fuerza después de que la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA) levantara el confinamiento en tierra del avión 737 MAX de la compañía. Los inversores que vuelven a comprar las acciones del gigante aeroespacial tienen la esperanza de que el fabricante de aviones ponga fin a su horrible racha tras dos años de turbulencias.
Las acciones de la compañía subieron más de un 20% el mes pasado, lo que se suma a la subida del 110% desde el desplome de marzo. Las acciones cerraron el viernes en 199,62 dólares, tras dejarse en torno a un 3% con respecto al cierre del día anterior. A pesar de que ha registrado una subida en el conjunto de 2020, las acciones siguen acumulando pérdidas de más de un 35% en términos anuales.
La autorización para que el avión MAX, buque insignia de la compañía, despegue de nuevo es un gran éxito para la compañía y sus inversores. Antes de que fuera confinado en tierra a escala mundial en marzo de 2019 —tras los dos accidentes fatales a causa de averías en su sistema de seguridad automatizado en los que fallecieron 346 personas—, el 737 MAX era el avión más vendido de Boeing.
El miércoles, la FAA permitió al gigante aeronáutico con sede en Chicago reanudar la entrega de aviones a las aerolíneas y volvió permitir a los aviones el transporte de pasajeros, a la espera de completar ciertos arreglos obligatorios y requisitos adicionales de entrenamiento de pilotos. Las compañías aéreas estadounidenses dijeron la semana pasada que reincorporarían el MAX en sus horarios a partir de principios del año que viene, mientras que el director de la FAA, Steve Dickson, ha dicho que espera contar con la aprobación de algunos reguladores extranjeros en cuestión de días.
Las acciones de Boeing han ganado terreno gradualmente en los últimos seis meses ante la esperanza de que se produjera finalmente la reincorporación del MAX. Ahora que Boeing parece resurgir tras dos largos y dolorosos dos años, la atención se centrará en el cambio de negocio de la compañía en plena pandemia del COVID-19.
Flujos de caja deteriorados
Las prohibiciones desencadenadas por el desastre del MAX y la pandemia han deteriorado los flujos de efectivo de Boeing y su potencial de ganancias de cara al futuro. Arreglar eso va a ser una batalla larga y cuesta arriba.
Incluso aunque el avión modelo MAX obtenga todas las aprobaciones necesarias para volver a volar, su contribución al flujo de efectivo de Boeing depende en gran medida de la capacidad de la industria aérea para reanudar el funcionamiento normal tras la pandemia.
Un indicador importante que vale la pena observar de cerca es la rapidez con la que Boeing es capaz de dar salida a su inventario de aviones no vendidos, donde la mayor parte de los flujos de efectivo de la compañía está estancada ahora mismo. En el tercer trimestre, el inventario aumentó hasta casi 87.000 millones de dólares, contando con el MAX parado y la reciente acumulación de los 787 Dreamliners no entregados.
El director ejecutivo, Dave Calhoun, y el director financiero, Greg Smith, dijeron a los inversores el mes pasado que la compañía se enfrenta a un mercado cada vez más reducido que probablemente seguirá deprimido durante años. Dadas las inciertas condiciones del mercado, Boeing no espera contar con un flujo de caja positivo hasta 2022, un retraso de un año más con respecto a las previsiones anteriores de la compañía.
Sin embargo, los alcistas de Boeing tienen las miras puestas en la recuperación de los viajes aéreos tras la pandemia, cuyos pronósticos han mejorado tras los avances de la vacuna contra el coronavirus de este mes. Según el director ejecutivo, si hubiera disponible una vacuna contra el COVID-19 a mediados del próximo año, podría ayudar a dar la vuelta a las crisis de Boeing, lo que conduciría a una "retirada de fondos del banco" para los aviones de fuselaje estrecho de Boeing. Además, aseguró a los mercados: "Va a ser la respuesta cuando llegue realmente la recuperación", dijo el mes pasado en una entrevista para el Wall Street Journal.
En conclusión
A corto plazo, las acciones de Boeing reflejan los recientes titulares positivos, incluida la posible reanudación de los vuelos del MAX. Pero permitir el despegue de estos aviones no significa que vaya a volver a ser pronto la empresa que era.
Boeing tendrá que adaptarse a las nuevas realidades del mercado, donde los viajes aéreos tardarán algún tiempo en recuperarse, manteniendo el mercado de la aviación deprimido. A pesar de este difícil entorno operativo, Boeing es una gran opción de compra a largo plazo incluso tras este reciente repunte. Las acciones de Boeing van a seguir avanzando una vez que el MAX esté completamente operativo y hay quedado atrás la pandemia.