PANORAMA INTERNACIONAL - Los funcionarios de la Reserva Federal de los Estados Unidos, que integran el FOMC, según las actas de su última reunión, mantuvieron una fuerte discusión por la incertidumbre sobre el futuro de la inflación y el crecimiento, así como por la posibilidad de que los crecientes riesgos pudieran alterar sus planes para, en el corto plazo, seguir subiendo sus tasas de interés. La caída del mercado de renta variable y de los precios del petróleo, las dudas sobre China, la posibilidad de un descenso de las expectativas de inflación y otros factores dividieron a los miembros en dos grupos: los que creían que los riesgos para la economía se estaban materializando y los que apostaban a esperar por su futura evolución.
En dicha reunión la FED mantuvo sus tasas de interés entre 0,25% y 0,50%, después de haberlas subido en diciembre y de anunciar cuatro incrementos más para 2016. La próxima reunión se celebrará los días 15 y 16 de marzo y los operadores ven pocas o nulas posibilidades de una nueva alza en ese mes, aunque también crece la posibilidad de que la FED, en ese sentido, no vuelva a actuar este año. Sin embargo, aunque los indicadores económicos, como el empleo y los ingresos reales, muestran un crecimiento saludable, las persistentes caídas de las bolsas pueden afectar la psicología tanto de las personas como de las empresas y enfriar la economía. Y las minutas de la última reunión del Consejo de Gobierno del BCE se conocieron el jueves pasado, mostrando que sus miembros consideran que las tendencias económicas siguen siendo bajistas. Al respecto, el documento destaca que “los riesgos a la baja han aumentado nuevamente desde el comienzo del año en curso, en medio de una mayor incertidumbre sobre las perspectivas de crecimiento de las economías de mercados emergentes, la volatilidad en los mercados financieros y los riesgos geopolíticos”. Además, las actas apoyan la reciente declaración del presidente del BCE, Mario Draghi, que sugirió una política monetaria aún más flexible. Sin embargo, las minutas mostraron “la necesidad de revisar y posiblemente reconsiderar la orientación de la política monetaria en la próxima reunión a realizarse a principios de marzo, cuando estarían disponibles las nuevas proyecciones macroeconómicas del BCE, con el fin de obtener un firme retorno de las tasas de inflación hacia niveles inferiores, pero cercanos al 2%”. Al finalizar la semana el euro cotizaba el viernes al cierre del mercado en New York a USD 1,1098.
EL PESO COTIZÓ UN NUEVO MÍNIMO HISTÓRICO Y EL BCRA VENDIÓ
PANORAMA ARGENTINO - Finalmente, lo que la mayoría del mercado esperaba ocurrió el jueves pasado. Ese día, el BCRA decidió intervenir vendiendo unos USD 41,3 millones para frenar la depreciación del peso, cuando en el MULC ya se había operado un máximo histórico de $ 15,15 por dólar, con una fuerte presión de la demanda. El ente monetario actuó con clara intención de cumplir su propósito y en poco tiempo logró equilibrar la oferta y demanda en $ 15,06 por dólar, precio que el Banco de la Nación Argentina estableció ese día como su cierre vendedor de transferencia. De esa manera se puso punto final a las 23 jornadas hábiles consecutivas en las que nuestra moneda se devaluó diariamente frente a la divisa estadounidense y, al mismo tiempo, estableció el primer parámetro relacionado con su política cambiaria, que ahora se muestra ciertamente “gradualista”. Sin embargo, el mercado pareció reaccionar negativamente a la sorpresiva acción oficial, porque el viernes el volumen operado entre entidades bancarias cayó fuertemente hasta sumar sólo 184 millones de dólares, nada menos que un 69% menor al del día anterior. Esto demuestra que aún nos falta aprender mucho para vivir en libertad, también en el mercado de cambios. Con respecto a los datos de la semana pasada el total operado entre bancos fue de USD 1.092 millones, con un promedio diario de USD 218 millones, en 48% menor al del similar período anterior. El cierre del Banco Nación en $ 15,06 mostró una caída semanal del peso/dólar del 2,2% y del 7,9% en lo que va del mes y las reservas del BCRA, según cifra oficial provisoria, quedaron sumando USD 24.176 millones, mostrando una caída semanal de USD 480 millones no habiendo, lamentablemente, información oficial alguna al respecto. Sin embargo, según fuentes privadas, se cree que la caída de las reservas se debió, por lo menos en parte, a la disminución de los encajes de los bancos, dispuesta por el BCRA para sumar fondos destinados a la prefinanciación de exportaciones.
También trascendió que se dispondría la liberación de las comisiones que los bancos cobran a sus clientes por diversos servicios, aunque todavía quedarían dudas sobre dicha medida y se habría decidido implementar un esquema nuevo e integral al respecto. Otra decisión importante del ente monetario fue la de ajustar al alza levemente las tasas de interés de las letras de menor plazo y abaratar las de vencimientos mayores a los cuatro meses, en un esfuerzo por retirar 11.500 millones de la economía. En menos de dos meses, el BCRA absorbió cerca de $ 100.000 millones en sus licitaciones de LEBAC y logró reducir la base monetaria en $ 62.500 millones, casi un 10%. Por otro lado, según analistas, es probable que la suba del valor del dinero modere la demanda del dólar en lo que resta del mes, tanto por motivos de ahorro o por pagos al exterior de utilidades y dividendos. Finalmente, el juez Thomas Griesa aceptó el viernes levantar los embargos pero lo condicionó a que el Congreso derogue las Leyes de Pago Soberano y la Ley Cerrojo que limita el canje de deuda. Además pidió que se pague a los fondos con los que ya se acordó, por una suma que ronda los USD 1.200 millones y puso como fecha límite para que se cumpla su mandato el próximo lunes 29 de febrero. JAN