Números mixtos en las bolsas europeas a estas horas, que se alejan de los máximos de la sesión. Hace unos minutos, los avances que presentaban eran firmes, y se acercaban al 1%. Y todo ello contra viento y marea, ya que no contaban con buenos argumentos para rebotar.
De un lado, Wall Street cerró el pasado viernes con claras caídas, en el entorno del 1%. Y todo ello, pese a haber mostrado cierta fuerza durante la sesión.
El dato de empleo que se publicó, muy por encima de lo esperado, finalmente no dejó un buen sabor de boca, debido principalmente a la partida de ingresos laborables, que no subió. Posiblemente, la tónica bajista y pesimista en la que estamos inmersos, eclipsó los buenos números absolutos de creación de empleo.
Por otro lado, hemos vuelto a tener fortísimas caídas de la Bolsa de Shanghái en el día de hoy, que ha cerrado dejándose un 5,3%. El yuan, sin embargo, ha cerrado muy por encima de los mínimos de la sesión, después de que las autoridades chinas hayan vuelto a intervenir el mercado. El Nikkei ha permanecido cerrado hoy al ser festivo.
Y, en tercer lugar, tenemos más caídas en el crudo desde el cierre del viernes, perdiendo cerca de medio dólar por barril.
Pese a todo esto, los sectores bancario y automovilístico europeo estaban teniendo un buen día.
La situación actual se parece bastante a la que teníamos planteada el pasado verano, en los meses de agosto y septiembre, cuando los índices bursátiles experimentaron su peor caída desde 2011.
La situación de China está generando un pánico financiero muy apreciable a través de tres vectores: el desplome de las bolsas chinas por cuestiones regulatorias y de funcionamiento, la caída constante del yuan, y las dudas de fondo que suscita el crecimiento futuro de la Segunda mayor economía del mundo.
Éste pánico se acrecienta con las derivadas que se generan en las materias primas y en las divisas emergentes. Además, las tensiones geopolíticas suscitadas en Oriente próximo (Arabia Saudí e Irán) y en Corea del Norte, no hacen sino avivar las ventas.
Con todo, cabe recordar lo que sucedió en la última semana de septiembre del año pasado: tras caídas de entre el 15% y el 20% desde la segunda semana de agosto, las Bolsas iniciaron un rebote que se prolongó hasta finales de noviembre cercano al 15%.
Es decir: hace unos meses, tras los fortísimos temores que despertaba la posibilidad de que China experimentara un fuerte frenazo en su crecimiento que enviase a muchas economías a la recesión, y redujese dramáticamente el crecimiento mundial, los mercados entendieron que esos miedos habían sido excesivos, y recuperaron gran parte del terreno perdido.
A nivel técnico, volvemos a estar ante la pauta que hemos comentado en varias ocasiones: desde el 30 de diciembre, la mayoría de índices bursátiles dejan velas de Heiken Ashi bajistas en sus gráficos diarios.
La aparición de una eventual vela alcista de este tipo podría ser la señal técnica que permitirse pensar en un rebote a corto plazo, con una duración impredecible. Máxime teniendo en cuenta que los selectivos muestran la mayor sobreventa desde agosto.
A nivel macro, hemos conocido un buen dato de Producción Industrial de España en noviembre, y un mal dato de Confianza del Consumidor Sentix de la Eurozona.
En divisas, tenemos al EUR/USD cayendo desde el cierre del pasado viernes, cotizando en la zona de 1,09.
En materias primas, además de las caídas del crudo (que aun así no perfora los mínimos de la semana pasada), tenemos al oro ganando un 4% desde el 4 de enero, por encima de los 1.100 dólares.