Desde el Banco Central Europeo (BCE) se ha rechazado por activa y por pasiva que se esté replanteando dar directamente dinero a los agentes económicos. No confundir la distribución de dinero con la inyección de liquidez al mercado. Liquidez que se ahorra, pero que su reflejo en el dinero que se invierte en actividad y gasto no está siendo tan evidente como nos gustaría a todos. Aquí hablamos del canal de transmisión monetaria.
En EE.UU., ayer la presidenta Yellen se empleó a fondo para contrarrestar las críticas de algunos políticos sobre el riesgo de creación de burbujas financieras derivadas de la aplicación de políticas monetarias extremas. De hecho, volvió a reiterar que la estrategia sigue siendo la continuidad en la subida de tipos. Cuando puedan. Esto último lo añado yo.
En Japón se baraja la posibilidad de un nuevo paquete fiscal equivalente al 2 % del PIB que podría anunciarse a corto plazo. Y parte de este dinero sería con descuentos y pagos para consumo y servicios, con fecha de caducidad. ¿Helicoptero? Sí, es lo más parecido.
Al final, todos somos conscientes de que la liquidez no da la felicidad; pero te permite el tiempo necesario para tomar medidas que te permitan alcanzarla. Lamentablemente, los que tienen que tomar estas medidas (políticos) no las reconocen. O no lo hacen de forma adecuada.
¿Referencias para hoy? En EE.UU. los datos de inventarios. En Japón la balanza de pagos. En la zona euro la balanza comercial en Alemania, producción industrial e indicador de confianza del Banco de Francia. Datos de ventas de viviendas en España.