Este año podemos batir un récord de aspectos desestabilizadores del mercado. El último de ellos atañe a España y el protagonista es el Tribunal Supremo, con su amago de sentencia sobre la responsabilidad en el pago de los impuestos de las hipotecas. De momento tenemos una sentencia suspendida para alivio del sector financiero pero que queda pendiente de definición final, probablemente esta semana. Con todo ello tenemos al IBEX en mínimos de 2 años y con una caída anual del 11,50%. El EuroStoxx 50 saldó la semana en positivo pero acumula también una caída anual del 8,33%. En Estados Unidos tras periodos de máximos históricos los índices parecen aflojar. La incertidumbre sigue apoderándose de los mercados a pesar del ciclo expansivo en que nos encontramos con crecimiento económico y de los resultados empresariales, tanto para este año como para el próximo. En Europa el pesimismo se ha instalado a raíz de las amenazas proteccionistas de la administración Trump y se extiende según afloran conflictos domésticos como el intento de violación del presupuesto italiano de las normas fiscales europeas. Este pesimismo está provocando caídas en los índices de confianza lo que se ha visto reflejado en la desaceleración en el crecimiento del último trimestre.
Da la impresión que el ponerse la venda antes de tener la herida puede llevarnos realmente a autolesionarnos. Como sabemos el hombre es muy capaz de ello y actualmente estamos viviendo un momento en que las actuaciones de políticos, bancos centrales y jueces parecen dirigidas a generar un daño irreversible en la buena salud del ciclo económico actual.
Los mercados son un reflejo de esta situación pero no hay que perder de vista que, como ha sucedido con el Tribunal Supremo, en ocasiones llega la consciencia a las instituciones y se replantean sus decisiones. ¿Podría suceder lo mismo con el presupuesto Italiano o con el proteccionismo? ¿Y con el Brexit? En este último caso cada vez hay más voces a favor de un nuevo referéndum y cada vez es más evidente que, en todo caso, se va retrasar la salida. La coalición de Gobierno italiano va a tener dificultades de conseguir financiación si sigue adelante con su presupuesto de déficit. Esta semana hemos visto la prima de riesgo italiana en máximos de los últimos 4 años. Y la administración Trump ya ha firmado varios acuerdos comerciales con importantes economías. El propio Trump ha sufrido en sus propias carnes su política proteccionista con el aluminio. El mandatario norteamericano consumidor confeso de 12 latas de coca cola al día ya está pagando un 10% más por ellas debido al encarecimiento del aluminio del envase. Parece que hay probabilidades que finalmente se llegue también a un acuerdo comercial con China, quizás después de las elecciones en EE.UU.
Pero mientras tanto como inversor conviene ser prudentes y mantener la estrategia sin aumentar exposiciones e ir esperando a que se resuelvan estas situaciones que generan tanta volatilidad en el mercado. Es de esperar un rebote de las bolsas europeas tras el movimiento bajista iniciado el 27 de septiembre. Los datos de resultados empresariales que se publican esta semana pueden ayudar a que se inicie. Además esta semana debemos estar atentos a la reunión de política monetaria del BCE con la posterior rueda de prensa de Mario Draghi y el dato de crecimiento norteamericano del tercer trimestre que se conocerá el viernes. No perderemos de vista la respuesta del gobierno italiano a las exigencias de la UE respecto al proyecto de presupuesto que ha presentado la coalición transalpina.