La pasada semana llegó la contención a los mercados de renta variable. Tras un inicio de año optimista por parte de los inversores, las afecciones de la pandemia empiezan a hacer mella. Hemos entrado en el escenario de corto plazo en el que los confinamientos aumentan y tendrán afecciones en la recuperación económica. Un escenario que ya era conocido desde principio de año, pero que al final de la semana pasada, los nuevos confinamientos en China hicieron que el resorte de la consciencia del inversor saltara y optase por la toma de beneficios.
El gigante asiático, que estaba tirando de la recuperación económica y había doblegado al coronavirus, ha sufrido un aumento de contagios que le ha llevado a confinar a 28 millones de ciudadanos. Mientras en el viejo continente y en EE.UU. los confinamientos también van en aumento. Todo esto llevo a saldar la semana en negativo con caídas del 1,48% en el S&P 500, del 0,91% en el Dow Jones.
En Europa el más damnificado el IBEX que recortó un 2,11% en la semana, mientras que el EuroStoxx se dejó un 1,25%. A pesar de estos recortes semanales, los índices mantienen en positivo su saldo en 2021, siendo la bolsa europea la que se apunta mayores avances.
Las circunstancias de corto plazo comentadas, nos va a llevar a entrar en unas semanas en las que los mercados estarán más contenidos de lo que hemos visto este principio de año. Moderarán el impulso que traían del año 2020, en búsqueda de una certificación en la recuperación económica, que no se espera que llegué con fuerza hasta el segundo semestre. Este lunes, conocido como el lunes más triste del año o Blue Monday y sin la referencia de Estados Unidos, por ser festivo, es propicio para que los mercados flojeen nuevamente.
Toca navegar con peores vientos en nuestra particular regata transoceánica, pero esto no nos debe llevar a cambiar de rumbo. En estos momentos, de peores condiciones climatológicas, debemos preocuparnos de tener el aparejo adecuado y preparado para cuando los vientos mejoren. Deberíamos preocuparnos de mirar el barómetro más que las condiciones climatológicas que tenemos en la actualidad y analizar que mar de fondo tenemos.
La pasada semana Joe Biden confirmó su programa de estímulos de 1,9 billones de dólares y su apuesta por potenciar infraestructuras y energías renovables. Esto supone una mejora en el mar de fondo, que se une al avance en las vacunaciones y al respaldo de los bancos centrales que confirman su continuidad en la compra de deuda. El recorrido de nuestra particular regata va a contar con un buen mar de fondo o buen fondo de mercado.
En la preparación del aparejo de navegación no debemos olvidar que las condiciones, que nos vamos a encontrar más adelante, van a ser propicias para las compañías vinculadas con las energías renovables y las que se benefician de un aumento en el gasto en infraestructuras. Del mismo modo, de todas aquellas que el nuevo campo de regatas de la normalidad les es favorable. Consumo discrecional, acereras, financieras, turísticas, etc… Momentos de peores vientos, como nos podemos encontrar las próximas semanas, pueden ser adecuados para construir cartera considerando estas compañías y así preparar nuestro aparejo aprovechando buenas oportunidades.
La semana en la que entramos cobra relevancia la investidura de Joe Biden como presidente de EE.UU. y la reunión de tipos del BCE del próximo miércoles. El primer asunto puede generar cierta volatilidad en mercados, dada la tensión que se ha generado a su alrededor, aunque no debería ser determinante. Por otro lado, en la reunión de tipos del BCE no se esperan cambios pero sí un tono acomodaticio, respecto a la política monetaria, en la rueda de prensa posterior de su presidenta Christine Lagarde.