McDonald’s Corporación (NYSE:MCD) opera y franquicia los restaurantes de comida rápida McDonald’s. Tiene aproximadamente 36.525 restaurantes, repartidos en más de 120 países de los cuales 6.444 son íntegramente propiedad de McDonad’s. El resto operan como franquicias o afiliados.
El consenso de 31 analistas que vigilan este valor es de mantener, con un objetivo medio en los 132 dólares. Entre algunos de los accionistas más importantes podemos encontrar a The Vanguar Group, con un 7,38%; SSgA Fund management, con un 5,14% o BlackRock Fund Advisors (NYSE:BLK) con un 4,78%. Actualmente su mayor crecimiento se centra en países como China, Italia, Corea del Sur, Polonia, Rusia, España y Suiza. Sus ventas en 2016 han alcanzado los 24.622 millones de dólares un 0,13% más que en 2015. El Ebitda se dispara hasta los 8.087 millones de dólares y su BPA hasta los 5,44 dólares.
Estos datos todavía son provisionales a la espera del resultado final de 2016. El dividendo por acción ha pasado de los 3,28 dólares en el 2014 hasta los 3,61 en 2016, pero se espera que esta siga aumentado y este 2017 podría el dividiendo alcanzar los 3,79 dólares. El cash flow por acción durante 2015 fue de 6,92 dólares, para este 2016 todavía no hay un dato definitivo y para 2017 se espera un incremento hasta los 8,06 dólares.
Centrándome en el análisis técnico en 2015 alcanzaba un mínimo en los 87,50 dólares. Este fue el punto de inflexión a un movimiento iniciado en 2013 dentro de un patrón chartista, conocido como trompeta descendente. Pero no sería hasta octubre cuando se produjo la ruptura alcista del citado patrón chartista, dándonos un objetivo teórico mínimo en los 122,52 dólares; objetivo que se alcanzó rápidamente y no se detendría los ascensos hasta los 131,96 dólares en mayo de 2016.
Así desde los mínimos de 2015 hasta el máximo de 2016 el precio de la acción se apreció un 50,81% en solo 8 meses. El citado 131,96 dólares máximo histórico fue el punto de inflexión que condujo a una oleada de ventas provocado por la devaluación de la divisa China y que no se detendría hasta octubre de 2016 tras marcar un mínimo anual en los 110,33 dólares. Pero con la victoria contra todo pronóstico de Donald Trump la acción comenzó nuevamente un movimiento alcista y en la sesión del 28 de febrero cerraba en los 127,65 dólares.
A principios de febrero de este año se activaba un segundo impulso alcista de Fibonacci con objetivo en los 132,98 dólares. Es decir estamos ante un objetivo que coincide con el pronóstico de los analistas por fundamentales, situación que suele darse con asiduidad a pesar de los recelos existentes entre quienes se basan en el análisis técnico y el fundamental. De esta forma tenemos una tendencia alcista, sin discusión alguna y por ende hay que mantener posiciones largas.
Un gran revulsivo de mira al largo plazo sería que el precio cerrara en gráfico semanal por encima de los 131,96 este hecho reactivaría la tendencia alcista de largo plazo y nos podría conducir hacia un objetivo mucho más ambicioso en los 166,36 dólares, pero no muy descabellado pues el objetivo más alto al que podría dirigirse el precio, según el análisis fundamental serían los 162 dólares. Aunque insisto esto es un objetivo solo apto para inversores de largo plazo.
Para concluir una recomendaciones sobre stop loss, si vais a corto plazo lo mejor sería cerrar posiciones si el precio cae por debajo de los 118,18 dólares y si estáis en el medio plazo deberíais cerrar si se pierden los 113,54 dólares y para los que estáis a largo plazo la perdida de los 102 dólares sería una señal inequívoca para cerrar posiciones. Mientras esto no ocurra debéis operar a favor de la tendencia y aprovechar las correcciones para aumentar posición o bien entrar pero debéis ceñiros a los stop loss comentados anteriormente.