Desde noviembre de 2021, Tesla (NASDAQ:TSLA) ha estado operando dentro de un canal bajista de mediano plazo en el mercado financiero. Durante ese mes, la compañía alcanzó su punto más alto, con un precio de 407 dólares por acción. Desde entonces, ha experimentado una serie de movimientos a la baja en su cotización.
Este canal bajista implica que, en general, el precio de las acciones de Tesla ha estado disminuyendo a lo largo del tiempo, y ha habido fluctuaciones dentro de este canal, pero ninguna de ellas ha sido lo suficientemente significativa como para romper la tendencia bajista general.
Esto indica que los inversores pueden estar preocupados por la valoración de la empresa o pueden estar tomando decisiones de inversión basadas en una percepción negativa del futuro de Tesla.
En el análisis reciente del comportamiento de Tesla en el corto plazo, observamos un patrón de grandes compras que han tenido un impacto significativo en su posición en el mercado. Estas compras han llevado a Tesla a tocar la zona de lo que consideramos la zona fuerte a romper si quiere seguir al alza, representada por el nivel de resistencia clave en los 232 dólares. Este movimiento sugiere un cambio en el sentimiento del mercado hacia la empresa.
Además, se ha identificado que no ha roto una estructura bajista, lo que abre la posibilidad de nuevas oportunidades de ventas. Esta ruptura podría generar un potencial de crecimiento del 20%, proyectando un objetivo alcista hacia los 245 dólares en primera instancia y posteriormente los 255 dólares. Sin embargo, es importante destacar que este escenario está sujeto a la confirmación de la tendencia alcista y a la consolidación de la nueva dirección del precio.
En caso de que Tesla logre romper la zona de resistencia en los 256 dólares, existe la posibilidad de un impulso adicional que podría llevar el precio hasta los 275 dólares. Este nivel representa un objetivo más ambicioso y podría indicar un cambio significativo en la dinámica del mercado para Tesla en el corto plazo.