Cuando hablamos de Tesla (NASDAQ:TSLA) en realidad estamos hablando de su fundador, Elon Musk; es decir, hablamos del coche eléctrico, de baterías, de Hyperloop… Incluso de cohetes. Pero si nos centramos en Tesla se habla, sobre todo, de lo cara que está la acción en términos de valoración (EV/Ebitda - 262).
Su cuenta de resultados y balance no soportan este precio, por mucho que seamos “parabólicos” en nuestras expectativas. No es sólo que la compañía no gana un dólar (pierde muchos), sino que quema dinero a todo motor (eso sí, eléctrico) y a pesar de todo ello, el precio (314,47 dólares) ha multiplicado por 18,5 desde su salida a bolsa (17 dólares). En los últimos dos años, su cotización se ha incrementado un 110%.
Sin entrar a valorar lo que muchos consideran una burbuja de proporciones estratosféricas, Tesla es un claro ejemplo de cuando la narrativa tiene mucho más peso que los números y, en este caso, prácticamente todo.
Pero este post no va de números, va de las historias detrás de esas aventuras, de las compañías que ha creado Elon Musk y que son el guion que muchos están comprando cada vez que el precio de la acción, en este caso de Tesla, escala una cota superior. Ayudará a entender al personaje que sin duda es su fundador.
Fuente: Aswath Damodaran en Musing on Markets
Y es que, efectivamente, es un personaje y entendiendo al personaje se puede comprender algo más sus compañías (aunque luego no invirtamos en ellas).
Narrativa
Lo bueno que tienen los libros, no sólo de inversión, es que te llevan a sitios desconocidos e inexplorados en este caso al menos por nosotros. Lugares a los que difícilmente habríamos llegado de otro modo, y que te descubren hechos, situaciones y puntos de vista que, aún no estando de acuerdo en muchas ocasiones, te enriquecen.
Estábamos leyendo el libro de Tim Ferris Tribe of Mentors, que como Tools of Titans es una recopilación de entrevistas a personajes de toda índole, cuando llegamos a uno de sus entrevistados, Tim Urban. Tim es el autor del blog Wait But Why, y donde, entre otros muchos artículos, ha hecho una serie interesantísima sobre Elon Musk y sus empresas (y continúa añadiendo partes).
A lo largo de su lectura, entenderán al personaje, desde sus inicios con Zip2 y X.com (posteriormente Paypal (NASDAQ:PYPL)), pasando por SpaceX y Tesla, hasta sus más recientes aventuras con baterías, SolarCity (NASDAQ:SCTY) y el proyecto Hyperloop. Sus trabajadores hablan de él con respeto, incluso adoración, y aunque dicen que su exigencia es muy alta, la mayoría de los entrevistados por Tim Urban, no querrían trabajar en otras empresas.
Dando por buenas estas declaraciones, esto es algo importante en el desarrollo de sus empresas, así como en una definición del CEO como líder y que pudiera justificar al menos parte de la historia. Un líder visionario, íntegro y comprometido, según sus trabajadores.
Son artículos largos, pero ilustrativos. Si aún así no quieren leerlos todos, céntrense en el de Tesla, donde podrán analizar el origen de la compañía y sus porqués, con sus aciertos y tropiezos hasta ahora, la razón por la que se embarca en una empresa cuyo éxito parece tan complicado, la historia y evolución de la energía como fuerza propulsora de innovación y los peligros a los que nos enfrentamos ante el abuso de la misma.
Conocerán que en un principio los coches eléctricos eran la opción con más posibilidades de convertirse en el standard del sector, hasta que llegó un tipo llamado Ford (NYSE:F) y cambió la historia del automóvil tal y como ahora la conocemos. Descubrirán que la competencia de Tesla va más allá de los fabricantes de automóviles, que en realidad es la industria petrolera, y que, dado que el 47% de su producción va destinado al transporte, en el caso de que el coche eléctrico triunfe, esto supondría la ruina de un sector entero.
Tesla lleva ya cierto camino recorrido, pero los obstáculos que tiene por delante no son menores.
El personaje crea la narrativa
Como decíamos, en este caso, lo apasionante no son los números, es el personaje y la narrativa que ha conseguido construir. Y lo ha conseguido porque su forma de pensar es diferente (out of the box). Musk aprendió de sus estudios de física lo que se ha denominado First Principle Thinking (cuyo origen se remonta a Aristóteles), o lo que es lo mismo analizar cada cuestión desde sus principios básicos y no por analogía o comparación.
“I think it´s important to reason from first principles rather than by analogy. The normal way we conduct our lives is we reason by analogy. We are doing this because it is like something else that was done, or it is like what other people are doing. But with first principles, you boil things down to the most fundamental truths and then reason up from there”. Elon Musk
Fue de esta manera como descubrió que construir un cohete era muchísimo más barato de lo que le decían los cánones establecidos. Y es así como está abordando también el proyecto de Hyperloop.
Otros inversores lo vieron antes
Conocer las experiencias de otros, sobre todo cuando contradicen tus creencias, tu forma de actuar, tu estrategia de inversión, etc., nos da perspectiva. Es la única manera de aprender de otros y sobreponerse a algunos de nuestros defectos, como el exceso de confianza y el sesgo de confirmación.
Partimos de la base de que Tesla no cumple con los requisitos necesarios como para ser considerada dentro de nuestro scope de inversión. Pero la realidad es que este hecho no significa que estemos en lo correcto, simplemente que no es algo que nos sintamos capaces de analizar. Pero leyendo a otros que sí lo saben, quizás algún día ampliemos ese scope con cierta confianza.
Ejemplo de ello es Bill Nygren que como analista de Oakmark Funds dijo en 2010 que Netflix (NASDAQ:NFLX) era un valor por el que apostar cuando cotizaba a 15 dólares, o Nicholas Sleep de Nomad Investment Partners, famoso por invertir en Amazon (NASDAQ:AMZN) a principios de los 2000, aplicando lo que se llamó Scale Efficiency Shared, cuyo origen inicial fue Costco (NASDAQ:COST) y que posteriormente renombró como Scale Economics Shared (2). Estrategia difícil de aplicar si eres más o menos value, pero que no por ello es menos válida. Hay formas de pensar en las inversiones diferentes, y no por ello equivocadas; simplemente diferentes.
Como decíamos, no es ni de cerca nuestra inversión tipo, y no queremos significarnos sobre si Tesla es una burbuja, una locura personal, una excentricidad millonaria, un agujero sin fondo, una oportunidad o cualquier otra cosa que hayan ustedes escuchado, pero lo que no cabe duda es que la narrativa es realmente apasionante.
La acción esta cara (muy cara según los estándares value), pero la historia es hipnotizante… Lo cortés no quita lo valiente.