Siguiendo con mis publicaciones formativas en las que intento haceros llegar tras mi experiencia en los mercados de más de 20 años, reflexiones y aspectos importantes que pienso que os pueden ayudar en vuestras inversiones y como ampliación de la PARTE I, “Un antes y un después", en la PARTE II en la que hablamos de la búsqueda por parte del trader del Santo Grial, hoy trataremos sobre esos errores comunes que hay que evitar.
En estos 20 años en los que estoy en los mercados, he observado innumerables errores propios y de ajenos, que se realizan al no incorporar una gestión de riesgo apropiada al volumen de la cuenta. Errores comunes, sencillos y lo peor es que casi todos los traders que los comenten los conocen antes de realizarlo y, sin embargo, los obvian y los pasan de alto. Estos errores son por la mayoría de traders conocidos, son errores fáciles de evitarlos y, sin embargo, son muy importantes, ya que son los responsables en muchos casos de que gran número de traders no puedan conseguir el éxito.
La mayoría de los traders saben, ha oído, de la importancia de incorporar una gestión de riesgo en su estrategia que este acorde al volumen de la cuenta y que corresponda con el riesgo de su perfil de inversor. ¿Entonces por qué no se hace?, está pregunta la lanzo yo en voz alta para vuestra reflexión.
Aquí en unas breves líneas os voy a comentar una serie de procesos que en mi caso me han venido muy bien y que me ayudan a evitar riesgos y a conseguir éxitos.
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En primer lugar hay que realizar las cosas sencillas, evitar complicaciones y ser eficaz.
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No hay que engañarse a uno mismo. El peor enemigo en los mercados somos nosotros mismos. Por tanto:
2.1. Tenemos que identificar qué riesgo de pérdida podemos correr sin dañar a nuestra economía y posteriormente de ese riesgo que parte estamos dispuestos a perder y no al revés.
2.2. Definir que perfil de riesgo como inversor somos y no el que queremos ser. Y una vez definido trabajar con los activos financieros que se ajustes a ese perfil de riesgo.
2.3. Realizar un proyecto de inversor real y no ficticio. “Recordar no es engañéis a vosotros mismos”. Tenemos que exigir un retorno de la inversión, que este acorde al capital invertido, a los activos elegidos de riesgo y al plazo temporal que exigimos a esa inversión.
2.4. Conocer los actores que intervienen en el mercado y qué función desempeñan. “Cualquier profesional que quiere desempeñar su actividad en un sector x, debe de conocer con profundidad el sector”
2.5. Una vez elegidos los activos financieros debemos de incorporar en nuestra estrategia:
2.5.1. Una diversificación tanto en activos, en sectores y zonas geográficas.
2.5.2. Fijar una tope de perdida por operación, día, semana, mes y del total de la cuenta. En este punto mi experiencia me ha enseñado que él % adecuado por operación debe estar entre el 0,8 % y 3 % máximo. Cuanto más pequeño sea la perdida, más % de posibilidad tendremos de tener éxito.
2.5.3 No debemos de depositar el 100 % que hayamos decidido que estamos dispuestos a perder de golpe. Diversificar en este aspecto nos puede ayudar a volver a la aventura en caso de fracasar en el primer intento.
2.5.4. Elegir un apalancamiento y volumen de entrada adecuado al importe de la cuenta y no a los beneficios que queremos obtener.
2.6. Incorporar Stop y Profit. Recordar hay que conseguir pequeñas perdidas y grandes beneficios, por tanto, detectar tendencias y trabajar a favor de ellas moviendo el profit y el stop protegiendo los beneficios, es una práctica que considero muy interesante.
2.7. Trabajar el stop y el profit en plazos temporales que estén acorde a nuestro estilo de inversor elegido. Las operaciones las tendríamos que cerrar como máximo en 4/6 velas. Es decir, si hemos elegido que somos un trader de 15 minutos las operaciones tendrían que estar cerradas en 4/6 velas, por tanto, máximo 1 h / 1,5 h. Si somos trader horario en diario y si somos trader diarios en semanal.
2.8. Tener en cuenta en las entradas el binomio riesgo/ beneficio. No siempre tenemos que estar invertidos en los mercados. Hay momentos que el riesgo es mayor que el beneficio que puede aportar, por tanto, detectar cuando hay que estar dentro, cuando hay que cerrar posiciones y sobre todo cuando no debemos de entrar, os evitará mucho riesgo y errores.
Todo lo comentado es muy sencillo de aplicar y la mayoría de inversores lo conocen. Sin embargo, muchos de ellos no lo incorporar, mi pregunta por tanto es: ¿por qué? Y vuelvo a mi inicio del artículo "El peor enemigo de uno es uno mismo". "Hacerlo sencillo, evitar complicaciones y ser eficaz”. Todo ello os situará más cerca del éxito que del fracaso.