La rentabilidad del bono estadounidense a 10 años (E.E.U.U. 10-Años) volvió a 2,50% y con ello un supuesto clave de la crisis que Yellen se encargó de recordar: los estímulos gratis de la Reserva Federal están para quedarse por muchísimo tiempo más.
Viviremos en un mundo distorsionado lleno de “palomas”. El tiempo de los “halcones” no llegó y no llegará por un plazo que a veces parece infinito.
Con lo que está aconteciendo en el bono americano últimamente parecería quedar más claro que el agua que el escenario reflacionante de los últimos seis años sigue en pie a fuerza de rentabilidades bajas por muchísimo tiempo más y eso es excelente noticia por ejemplo, para mercados emergentes con sus respectivos “carry-trades” intactos.
En este contexto, tengo la sensación de que hoy en día a fuerza de QE y cuanto estímulo monetario quieran imaginarse el mundo está operando un escenario en el que jugamos a que todo está bien, destruyendo a cuanto “oso” se cruce en el camino, sustentados por la noción de una Reserva Federal que no se quiere ir como principal actor colapsarte de la curva de rentabilidad.
Cada día que observo claudicar a cualquier bajista que intenta posiciones cortas en el mercado y me convenzo más de vivir en un mundo que a fuerza de QEs, tipos en nivel cero y estímulos gratuitos infinitos se convenció así mismo de que todo está bien auto-cumpliendo un equilibrio en el que nada pareciera preocupar a nadie.
Parecería que esta crisis en vez de habernos enseñado sobre disciplina en el control de riesgo nos dio la lección opuesta: parecería vislumbrarse una alquimia monetaria que nos dejó anestesiados en un equilibrio meramente reflacionante que da la sensación de ser eterno y a nadie hoy en día le importa la inestabilidad intrínseca que esto podría generar a futuro.
Los mercados jamás se mueven pensando en el largo plazo y esta miopía fue exacerbada con todas las distorsiones monetarias a la que tanto nos acostumbraron y que peligrosamente tomamos como un dato exógeno del mundo en el que vivimos.
Vivir en anormalidad monetaria paradójicamente generó la sensación de normalidad y ¿qué consecuencias tiene esto en los activos financieros? Parecería que Yellen sigue empecinada en ver al S&P 500 y a la curva de bonos soberanos de la mano raleando juntas.
El 2014 tal como han sido 2007, 2008, 2009, 2010, 2011, 2012 y 2013, no es año de “halcones”.