El clima del mercado continúa siendo de gran incertidumbre. Los medios de comunicación que antes nos bombardeaban con noticias sobre la pandemia ahora nos bombardean con noticias sobre la infame guerra en Ucrania.
La gran dificultad es mantenerse lúcido en este escenario, donde se ha sumado un elemento a un contexto de inflación galopante, precisamente la guerra, que es en sí mismo un fenómeno altamente inflacionario.
Intentemos diseñar un escenario de mercado, como hemos hecho muchas veces a finales de febrero en los últimos años y que este año traemos a principios de marzo, precisamente por el fuerte impacto de los acontecimientos de los últimos días.
Comencemos con una suposición, en referencia a los índices estadounidenses: supongamos que el mínimo del 24 de febrero es relevante y que no se violará durante mucho tiempo, digamos al menos durante unos meses, en el peor de los casos, durante años. En el mejor de los casos.
El movimiento del 24 de febrero en los mercados fue similar al del mes anterior, el 24 de enero, con una fuerte estocada a la baja y un repunte bastante rápido.
El 25 de febrero el S&P500 dibujó una importante barra madre con respecto a los próximos tres días hábiles, identificando de hecho con su mínimo y máximo el soporte o resistencia a quebrar.
Ayer, el futuro se detuvo justo en el umbral de los 4400 puntos, sin poder traspasar ese nivel.
Mientras tanto, el escenario de guerra ha visto un avance dramático del ejército ruso, aunque con una resistencia heroica del ejército y la población ucranianos. Apenas es aparente que es David contra Goliat, pero un Goliat con armas nucleares es difícil de derribar con una honda.
El mercado estadounidense, a diferencia del europeo, parece haberse vuelto adicto a la guerra y no parece particularmente sensible a los acontecimientos bélicos.
También es difícil entender cuál es el objetivo real de Putin. ¿La neutralidad de Ucrania o su completa subyugación al estilo bielorruso?
La diferencia no es pequeña, porque desde ese gran, tan despreciable, jugador de póquer que es, Putin, a través de intermediarios está lanzando señales de posibles tratos, mientras su ejército sigue martillando al pueblo ucraniano.
El escenario que se me presenta es una posible señal cercana, aunque breve, de calma proveniente del frente de guerra, que devuelve el optimismo a los mercados. El componente que falta para intentar una recuperación inmediata de las posiciones perdidas en los dos primeros meses del año.
Ante una hipótesis de este tipo, que los mercados están buscando, y por tanto, en la medida en que la buscan, estarán dispuestos a tomar en cuenta incluso las débiles señales de relajación convirtiéndolas en un gran optimismo, los mercados podrían encontrar una excelente razón para ir más alto en los próximos días.
Para tratar de adivinar las fechas, el próximo vencimiento trimestral de futuros y opciones, el 18 de marzo podría ser un objetivo para subir, quizás a partir de ahora o desde el final de esta semana.
Esto, especialmente si el mercado quiere convencerse de alguna señal de relajamiento que viene desde el frente.
Es muy fácil pensar que tales signos de relajación, si realmente llegan, serán de corta duración.
Y que después del 20 de marzo, la batalla será más fuerte que nunca, suponiendo que alguna vez se haya detenido. Esto desencadenará aún más las reacciones del mundo occidental, con algunas excepciones leves que ya hemos visto.
No soy en absoluto de la opinión de que las sanciones sean totalmente ineficaces, especialmente si se aplican en la escala actual que estimo por testigo.
Digamos que son menos efectivos que las bombas, ciertamente, pero tienen su propia importancia en el escenario global en el que opera Rusia: en efecto, estoy convencido, y lo repito, de que Rusia ha emprendido el camino de la quiebra inevitable que, en mi opinión, es que se materializará dentro de 4-5 años.
Ante la reanudación de las hostilidades, suponiendo que éstas tengan alguna pausa por una hipótesis de acuerdo transitorio y en todo caso de absoluta brevedad, si las bolsas americanas han encontrado un buen motivo para subir precisamente por esa pausa, creo que serán muy aterradores y con algunas fluctuaciones y ráfagas de volatilidad, podrían continuar el camino alcista en abril.
En definitiva, de muchos indicadores que analiza el Instituto Español de la Bolsa para evaluar los mercados, me gustaría decir que es posible que nos dirijamos hacia una estabilización y una subida de los mercados.
Y tienen que encontrar una buena excusa para un gatillo, un gatillo para hacer el primer tiro alcista. Y una tregua o una señal positiva del frente de guerra sería una excusa fantástica.
Luego, cuando el gatillo ha permitido el disparo, es poco probable que la bala se detenga a menos que el arma se atasque.
¿Fantafinanza? ¿Ficción política?
Ya veremos.
No leemos el periódico de mañana. Son hipótesis para definir escenarios destinados a cambiar. El escenario se ajustará a medida que cambie la realidad. Y esta es una forma de no acostumbrarse a pronósticos erróneos, sino de mantener la brújula y entender hacia dónde se dirige.