Los analistas se las están viendo y deseando para explicar el desplome del rendimiento de los bonos del Tesoro estadounidense de la semana pasada, perforando todas las teorías de crecimiento económico robusto, alta inflación y aumento del rendimiento de los bonos.
Muchos comentaristas están obsesionados con la Reserva Federal y hacen enrevesadas comparaciones con la expansión cuantitativa de 2013. Sólo que esta vez, dicen, los inversores están anticipando la caída del rendimiento de los bonos que se produjo cuando la Fed comenzó a reducir sus compras de bonos y ya han dejado atrás el pico de expansión cuantitativa en el primer trimestre.
Puede. Una explicación más obvia es que los ambiciosos planes de gasto del presidente Joe Biden están encontrando fuertes obstáculos en el Congreso, lo que pone en duda si se materializará algún gasto adicional más allá del plan de infraestructura bipartidista de un billón de dólares, si es que eso se acaba poniendo en práctica.
O si las variantes de COVID y las mediocres campañas de vacunación en ciertos lugares podrían provocar nuevas olas de infección y ralentizar la recuperación. O que la creciente probabilidad de una inflación persistentemente alta está haciendo que se vuelva a hablar de la temida estanflación: un crecimiento económico lento combinado con una inflación elevada. O los siempre útiles "factores técnicos" al requilibrar los inversores sus carteras.
El rendimiento de los bonos del Tesoro estadounidense de referencia a 10 años llegó a desplomar hasta el 1,25% la semana pasada, tras rondar el 1,5% durante gran parte del mes pasado. Desde entonces se ha recuperado hasta alrededor del 1,37%, pero ya no se oye hablar de que alcanzará el 2% antes de fin de año.
La política y la falta de compromiso podrían estar obstaculizando la recuperación
Aquéllos que apostaron en contra de la mayoría por un aumento del rendimiento están de enhorabuena, y parecen reivindicarse en su opinión de que el mercado se adelantó demasiado a la recuperación económica de la pandemia.
La tan publicitada aceptación de la propuesta de Estados Unidos de un impuesto de sociedades mínimo global del 15% en la reunión de ministros de finanzas del G20 celebrada en Venecia no significa que este impuesto sea una realidad en todos los países que prometen lealtad.
Washington necesita que el nuevo mínimo ayude a Biden a subir los impuestos de sociedades para pagar esos ambiciosos planes de gasto, pero no hay garantía de que el Congreso se suba al carro.
Todo ello en un contexto de extralimitación progresista simbolizada por el “despertar blanco” (concienciación sobre los prejuicios y la discriminación raciales), que se está enfrentando a una fuerte resistencia por parte de los votantes que consideran que va demasiado lejos. Eso se suma al impulso hacia una victoria aplastante de los republicanos en ambas cámaras del Congreso en las elecciones de mitad de período del año que viene que ni siquiera las fantochadas de Donald Trump pueden ser capaces de detener.
Mucha política. La polarización en Washington es inquietante y la falta de compromiso en un Congreso dividido a partes iguales parece ser un obstáculo más para la recuperación económica.
Estados Unidos reanudó las subastas de bonos y obligaciones esta semana con 38.000 millones de dólares en obligaciones a 10 años el lunes y 24.000 millones de dólares en bonos a 30 años el martes. Pero incluso el aumento de la oferta no ha hecho más que lastrar ligeramente los precios (impulsando el rendimiento).
Lejos de incitar la expansión cuantitativa, la presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, ha dicho que el BCE sería flexible para mantener la política monetaria relajada, e insinuó que el programa de compra de activos de emergencia pandémico continuaría en "un nuevo formato" tras su fecha de finalización de marzo.
Europa es aún más sensible a las variantes del COVID. El rendimiento de los bonos alemanes a 10 años, que son una referencia para la eurozona, se mantiene en niveles bajos tras descender hasta el -0,34% la semana pasada, y cerró en un punto aún bajo en -0,30% el lunes.