Una fuerte expectativa crea en los mercados, como ocurre en cada inicio de mes, el dato de empleos de Estados Unidos.
Esta vez, la cifra de puestos de trabajo generados en noviembre ascendería a 230.000, frente a los 214.000 de octubre (cifra sujeta a revisiones), mientras la tasa de desempleo quedaría en el 5,8%, la menor desde los meses anteriores a la crisis de 2008.
Si estos pronósticos se cumplen, el fuerte dólar que vemos en los últimos meses no tardará en tomar mayor fortaleza ante las monedas principales, que por distintos motivos, se ven débiles en estos tiempos.
Entre ellas, el yen encabeza la lista de las divisas que vienen cayendo en picada. La moneda nipona ya bajó de 120 unidades en la víspera, y se aleja en estas horas de dicha cota. El objetivo del movimiento actual del yen se ubica en la zona de 123, si bien antes podríamos ver algunas correcciones puntuales.
La política devaluatoria del Banco de Japón y del Gobierno local, más la entrada en recesión de la economía, están determinando este fuerte movimiento que no ofrece cambios de dirección aún en temporalidades pequeñas. Para el resto del día, las zonas de 120,80 y 121,15 serán las resistencias a seguir, con soportes en 120,20, 120 y 119,80.
El euro, en tanto, logró un respiro el jueves, ante la presentación del presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi. El funcionario expresó que la entidad no anunciará cifras de ayuda económica hasta enero próximo, con lo que la divisa única logró quebrar con fuerza 1,24; sin embargo, a medida que pasan las horas, la debilidad del euro se hace más evidente, y en estos momentos vuelve a presentar tendencia bajista, buscando, en las próximas horas, los soportes de 1,2320, 1,23 y 1,2280, nuevo mínimo de dos años al que llegó en la víspera ante las primeras palabras de Draghi. En caso de una muy poco probable recuperación, el euro encontrará resistencias en 1,2380, 1,2405, 1,2420 y 1,2455, línea de tendencia bajista de corto plazo.
La libra esterlina, en este contexto, asoma como la única divisa que, sin mostrarse fuerte, al menos no acelera una baja. La moneda británica se acerca a 1,5710, punto de inflexión entre la dirección bajista actual y un cambio de la misma; si supera este precio, 1,5735 y 1,5760 serán los puntos a seguir, con soportes en 1,5645, 1,5620 y 1,56.
El dólar australiano, por su parte, sigue cosechando mínimos de 4 años, aunque cerró un ciclo de cierres mínimos diarios de 6 días en la víspera. Antes de los datos de empleo de Estados Unidos, el aussie luce débil y sin muchas posibilidades de ganar terreno. Solo una marcada divergencia entre la curva de precios y el indicador de momento es la única señal de aliento para una recuperación de la divia australiana.
En tanto, el dólar canadiense cae en las horas previas a los datos de empleo de Canadá, que se conocerán a las 8:30 del este. En la fecha, el loonie se ve debilitado, no solo por una probable baja en la creación de empleo en noviembre, sino por una fuerte baja del precio del Petróleo Crudo, que no logró finalmente superar la cota de 70 dólares. La superación de 1,1430, primera resistencia de su cruce con el dólar, extenderá el movimiento alcista a 1,1455 y 1,1480.
La misma situación ocurre con el peso mexicano que, ya lejos de la zona de 14, parece encaminarse a 14,20 en el corto plazo. La tendencia del par USD/MXN se mantiene sin cambios, al alza, si bien aparece sobre comprada. La superación de 14,18 extenderá las ganancias del dólar a 14,22 y 14,25, próximas resistencias; los soportes a seguir, 14,14 y 14,10.
Con este panorama, en el que el dólar y las acciones de Wall Street brillan, es que se inicia esta sesión americana del viernes. Y los datos que siguen preparan una jornada totalmente favorables a ambos.