Esto es lo que dijo ayer el Banco de España en la publicación de los resultados de las empresas no financieras durante el primer trimestre:
La actividad productiva del conjunto de las empresas de la Central de Balances Trimestral avanzó en el primer trimestre de 2017 a un ritmo moderado, similar al registrado un año antes. Esta evolución estuvo fuertemente condicionada por el comportamiento negativo de algunas compañías de gran dimensión con peso elevado en esta muestra, lo que atenuó la evolución expansiva de la mayoría de las compañías. El empleo también mantuvo una tendencia creciente, que se extendió a la mayor parte de las empresas. El favorable comportamiento de los gastos e ingresos financieros impulsó el incremento de los beneficios ordinarios, lo que permitió que los niveles agregados de rentabilidad ordinaria volvieran a elevarse. En cambio, la de los ingresos y gastos atípicos ejerció un impacto negativo, lo que llevó a que el resultado final se contrajera respecto al nivel alcanzado en el mismo trimestre del ejercicio anterior.
El valor añadido bruto (VAB) del conjunto de la muestra de las empresas de la Central de Balances Trimestral aumentó en términos nominales un 1,1% anual. Pero, dejando al margen algunas compañías grandes concentradas especialmente en el sector de energía, el VAB aumentó un 4,6% muy por encima del 1,8% del mismo periodo del año anterior.
La rentabilidad sobre activos creció una décima hasta un 3,2%, cuando la de recursos propios se elevó medio punto porcentual hasta 3,9%.
Una parte importante de la explicación de la mejora de la rentabilidad la tuvo la evolución de los gastos financieros, que se redujeron un 11,6% anual, especialmente por la caída de los costes medios de financiación.
La deuda con coste no varió en comparación con el nivel del primer trimestre del año pasado, lo que hizo que su contribución a la evolución de los gastos financieros fue prácticamente nula.
El coste medio de la financiación ajena se redujo cuatro décimas en el primer trimestre, hasta un 2,3%.
La evolución ligeramente ascendente de la rentabilidad del activo, junto con la disminución de los costes financieros, propició que continuara ampliándose el diferencial entre ambas ratios, hasta situarse en 0,9 pp, cinco décimas más que un año antes.
Los datos anteriores ponen de manifiesto la importancia de la mejora de las condiciones financieras para las empresas.
Y no solo del coste, como también del acceso a la financiación externa que en el caso de las pymes es mayoritariamente bancaria.
El nuevo crédito bancario a empresas ha aumentado en los cuatro primeros meses a ritmos del 7% anual, con aumentos de dos dígitos en la pequeña y mediana empresa que compensan la diversificación de financiación al mercado mayorista desde la financiación bancaria de las empresas grandes.
Por último, les dejo dos gráficos adicionales contenidos en el informe anual del BCE conocido ayer, que muestran precisamente el esfuerzo que están realizando los bancos españoles para mejorar las condiciones financieras de las empresas: