En el primer capítulo hemos recordado algo en lo que venimos insistiendo desde hace tiempo y que ya estamos aplicando en nuestra estrategia de inversión a la hora de diseñar las carteras recomendadas por Nextep. Se trata del concepto de rotación, es decir, la que se produce por activos sectores y países cuando cambia el escenario económico. Si vamos a vivir en un mundo libre de virus, también se reflejará en la evolución de las cotizaciones de las distintas bolsas, los distintos valores y los distintos sectores.
Esto tiene una aplicación muy práctica en el mundo de los fondos de inversión, puesto que si hay un tipo de fondo que lo ha hecho mal en los últimos diez años y rematadamente mal durante la pandemia han sido los llamados fondos «de valor». Así que, lógicamente, en la mente de muchos inversores surge la pregunta: ¿el cambio de escenario cambiará también la tendencia de estos fondos?
Su mal comportamiento tiene que ver con la pandemia, pero también con que sus gestores no fueron capaces de entender o aprovechar la llegada de la nueva revolución industrial, la digital.
Los fondos de valor invierten en activos que consideran infravalorados, lo cual de acuerdo con la mayoría de estos gestores excluye automáticamente cualquier líder digital o empresa tecnológica. Esta visión un tanto “talibán” de la inversión “de valor” ha sido el error que ha llevado a un resultado tan malo, puesto que las empresas que basaban su actividad en el comercio online de bienes y servicios han sido evidentemente las beneficiadas por la revolución digital primero y del confinamiento después.
Lo vemos en el gráfico n.º 5, donde podemos apreciar lo mal que lo ha hecho la gestión “de valor” (“value”) frente a los gestores que han apostado por el crecimiento. En el mismo gráfico aparece una línea continua que establece la media. Lo primero que llama la atención es que esto viene de largo y que empieza —qué casualidad— justo cuando se inicia la revolución digital a finales de los años 80 en Silicon Valley. Coincide por cierto con mi afirmación anterior de que los gestores de valor no supieron ver ese valor en las empresas que iniciaron la revolución digital ni en las que la continuaron. Su obsesión por el dividendo o la valoración por ingresos no les permitió ver la capacidad de ingresos futuros de las empresas nuevas. El descuento de flujos de caja futuros como método de valoración es la base de cualquier valoración desde que existen los mercados, lo cual hace más llamativa esta falta de visión.
Del gráfico número cinco podemos sacar varias conclusiones:
- La tendencia del estilo de gestión de “valor” a hacerlo peor que el de “crecimiento” es estructural desde que empezó la revolución digital.
- Como en los mercados funciona el principio de acción y reacción, a evoluciones muy negativas del “value” han seguido recuperaciones espectaculares.
- Es muy probable que en esta ocasión ocurra algo parecido. Y solo con la tendencia natural a volver a la media el “value” podría repuntar significativamente.
- Más adelante habrá que ver si solo se trata de volver a la media o si se dan las condiciones para que se sitúe por encima.
Eso último va a depender en gran medida del tipo de normalidad económica a la que volvamos —por ejemplo, de si suben o no los tipos de interés, lo cual afectaría mucho por ejemplo a la banca— y de cuánto dure la época dorada de la revolución digital, puesto que no deja de ser otra revolución industrial y por lo tanto tiene un momento álgido y luego su ímpetu se normaliza.
El inversor, su asesor o su gestor de patrimonios tendrán que seguir atentamente todo lo anterior, porque ahí va a estar otra de las claves que va a marcar la diferencia entre carteras ganadoras y perdedoras en el año entrante.
Cómo gestionar el posicionamiento del “valor” en las carteras de fondos
El problema, como hemos visto en el primer capítulo, es que hay algunos negocios —o incluso sectores enteros— que ya funcionaban mal antes de que llegara el virus. Y son precisamente los que les suelen gustar a los gestores “de valor” (porque sus precios son muy baratos).
Realmente esa no es originariamente la verdadera filosofía de este estilo de gestión, que cuando busca compañías infravaloradas considera también otros parámetros, pero es lo que predomina actualmente. Pero esa es una cuestión que abordaremos en otra ocasión.
Ejemplos de sectores muy baratos que tienen un importante problema de adaptación a la nueva economía son la banca o el sector distribución. En el caso de la banca se añade además el problema adicional de los bajos tipos de interés. Y en ambos el del bajo crecimiento económico, aunque este último es más un problema específicamente europeo. Esta actitud tan orientada hacia el precio por parte de los gestores de valor, así como el hecho de que hay compañías de calidad a precios muy razonables pero que no se encuentran en su “radar”, hacen que en Nextep consideramos que toda esta cuestión del valor y de la rotación debe ser aplicado de forma gradual y selectiva.
En una primera fase más que plantearnos la inversión en fondos simplemente porque sean de valor, lo que nos planteamos es invertir en fondos que inviertan en buenos negocios, con independencia de que sean digitales o analógicos. Hay negocios que son buenos por su crecimiento y hay negocios que son buenos porque, además de ser buenos, están baratos, pagan un buen dividendo o tienen una posición de dominio en el mercado. Y no es muy complicado localizar fondos que inviertan en esos negocios.
Este proceso supone una visión más positiva de los fondos “de valor” de la que teníamos hace unos meses, pero teniendo cuidado de no acabar invirtiendo en negocios cuyo problema es la adaptación al nuevo entorno económico y no el virus.
También consideramos que en esta primera fase de la normalización va a seguir a pleno rendimiento el proceso de revolución digital y que, por lo tanto, abandonar los fondos que invierten en ellas sería un grave error.
Más adelante habrá que analizar cómo se normaliza la economía, y sobre todo qué tipo de crecimiento económico tenemos, si es que lo tenemos. Eso nos dará las pistas para ver si los fondos de valor limitarán su actuación a un rebote técnico dentro de una tendencia bajista de largo plazo o habrá algo más.
Lo bueno, en nuestro caso, es que en esta nueva etapa post COVID el análisis de fondos va a resultar una pieza más importante que en la anterior, y esa es precisamente una de las especialidades del equipo que forma Nextep, que cuenta con más de veinte años de experiencia en dicha actividad, habiendo sido los creadores del primer departamento de análisis y selección de fondos que hubo en España.