En una sesión de poca historia, los principales índices bursátiles europeos y estadounidenses cerraron al alza, muy cerca todos ellos de sus niveles más altos del día. En esta ocasión fueron los valores relacionados con las materias primas y el petróleo los que lideraron las ganancias, mientras que el sector bancario, concretamente el europeo, aunque mejoró el tono en relación a la sesión del lunes, siguió siendo un lastre para algunos de los índices.
El sector del automóvil europeo, siguiendo la estela del estadounidense el día antes, fue el que peor comportamiento tuvo durante la sesión, penalizado por la debilidad de las ventas en EE.UU. en el mes de marzo. Señalar, por otro lado, que en la bolsa española los valores más pequeños, muchos de los catalogados como “chicharros”, que habían tenido en muchos casos una gran evolución durante los primeros meses del ejercicio, sufrieron ayer por segundo día consecutivo fuertes recortes, en lo que parece una toma de beneficios generalizada de los inversores más especulativos.
Por lo demás, señalar que las cifras macro que se dieron a conocer ayer sorprendieron positivamente, con las ventas minoristas de febrero en la zona euro mostrando una fortaleza inesperada, especialmente tras el fuerte repunte de los precios del crudo en los primeros meses del año, y con los pedidos de fábrica estadounidenses del mismo mes, concretamente los de bienes duraderos, también superando las expectativas de los analistas.
En lo que hace referencia al precio del crudo, ayer esta variable alcanzó su nivel más alto desde finales de la primera semana de marzo, habiendo recuperado en pocas sesiones cerca del 9%. En esta ocasión fueron las noticias de interrupciones en la producción de crudo en una plataforma del Mar del Norte y las expectativas de que los inventarios de petróleo hayan descendió en EE.UU. la pasada semana lo que impulsó ayer al alza el precio de esta materia prima.
Tras el cierre de la sesión en Wall Street The American Petroleum Institute (API) publicó una caída mayor de lo esperado de estos inventarios –hoy conoceremos las cifras oficiales de la Administración de Información de la Energía (EIA)-, lo que ha permitido que el precio del crudo haya seguido repuntando en los mercados asiáticos.
Este hecho y las alzas en los precios de algunas materias primas como el cobre –se ha interrumpido la producción de algunas minas, en especial en Perú por una huelga- creemos que harán que esta mañana cuando abran las bolsas europeas sean los valores relacionados con las materias primas y el petróleo los que lideren las alzas.
Decir, además, que la principal cita de la jornada será macroeconómica, al publicarse en Europa y en EEUU las lecturas finales del mes de marzo de los índices adelantados de actividad de los sectores de servicios, índices que se espera confirmen el buen momento por el que atraviesan las economías occidentales desarrolladas. Además, los inversores seguirán muy de cerca “los avances” en la agenda político-fiscal estadounidense. En este sentido, se habla ya de abril/mayo como fechas en las que se dará a conocer la reforma fiscal.
Además, ayer el presidente de EE.UU., Donald Trump, volvió a reiterar su intención de implementar un plan de infraestructuras por importe de 1 billón de dólares (1 trillón anglosajón) –llegó a señalar que el importe incluso podría ser superior-, adelantando las fechas para su aprobación a finales de mayo cuando todo apuntaba al verano.
Por último, parece que de momento no hay avances en las negociaciones entre conservadores y moderados en el seno del Partido Republicano para presentar nuevamente en la Cámara de Representantes (cámara baja del Congreso de los EE.UU.) para su aprobación una nueva ley sanitaria que vendría a desmantelar la conocida como Obamacare.
Todos estos factores, así como las buenas expectativas de los inversores en relación a la temporada de presentaciones de resultados que se va a iniciar próximamente en Wall Street, están sirviendo de soporte a la bolsa estadounidense y, por tanto, también impactan de forma positiva en las europeas, al menos en el corto plazo, evitando la tan manida corrección que espera gran parte del mercado.