Tras varias sesiones de caídas ininterrumpidas, ayer los principales índices europeos, con el Ibex-35 a la cabeza, cerraron con importantes avances. Entendemos que a falta de la existencia de catalizadores sólidos que provocaran esta reacción, fue el nivel de sobreventa que presentaban los índices, tras haber caído hasta sus niveles mínimos de varias semanas, lo que animó a los inversores a tomar nuevas posiciones de riesgo en renta variable. También la estabilización del precio de las materias primas permitió que el sector minero y metalúrgico, que había sufrido fuertes caídas en los últimos días, pudiera recuperar algo de lo cedido en este periodo. No ocurrió lo mismo con los valores del sector del petróleo, que fue ayer el que peor comportamiento tuvo, tras conocerse las intenciones del mayor fondo de inversión del mundo, el fondo soberano de Noruega, que paradójicamente se alimenta de los ingresos que logra el país por la venta de petróleo, de reducir su exposición a los valores de este sector. Por lo demás, señalar que el buen tono con el que abrió Wall Street, tras haber experimentado sus principales índices significativas caídas el día anterior, ayudó mucho a que las bolsas europeas cerraran el día en positivo.
Por su parte, la sesión en Wall Street, que había empezado de forma positiva como hemos señalado, apoyándose en los positivos resultados presentados por la tecnológica Cisco (NASDAQ:CSCO) el día anterior y por la compañía de distribución minorista Wall-Mart antes de la apertura, terminó con los índices logrando sus mayores avances desde el pasado mes de septiembre. En ello también tuvo mucho que ver el hecho de que los Republicanos fueran capaces de aprobar su proyecto de ley tributaria en la Casa de Representantes (cámara baja del Congreso de los EEUU), aprovechando para ello su exigua mayoría absoluta en la cámara –ver detalles en nuestra sección de Economía y Mercados-. Este hecho es una “condición necesaria pero no suficiente” para que la ley sea aprobada por el Congreso y posteriormente sancionada por el presidente Trump. Posteriormente, y ya con las bolsas cerradas, el Comité Financiero del Senado aprobó por 14 votos contra 12 el proyecto de ley elaborado por los líderes Republicanos en la cámara alta del Congreso estadounidense. Está previsto que tras ello, y dentro de dos semanas, el pleno del Senado vote este proyecto de ley, algo que es también necesario pero sigue sin ser suficiente. Si finalmente los Republicanos en el Senado aprueban su proyecto de ley, éste deberá ser consensuado con el de los Republicanos en la Casa de Representantes y, posteriormente, votado por todo el Congreso. Por tanto, y a pesar que de momento la lay tributaria apoyada por el presidente Trump está cumpliendo fases y plazos, todavía tiene que sortear importantes obstáculos, por lo que es “pronto para echar las campanas al vuelo”. No obstante, reiterar que este factor y los positivos resultados empresariales son los dos catalizadores más importantes que han llevado a las bolsas estadounidenses a marcar máximo histórico tras máximo histórico en los últimos meses.
Por lo demás, y en lo que hace referencia a la sesión de hoy, sesión en la que vencen en la Bolsa española los contratos de derivados mensuales, lo que siempre incrementa la volatilidad del contado, señalar que esperamos que las bolsas europeas mantengan el buen tono de ayer, al menos durante las primeras horas, y abran con ligeros avances. Posteriormente, y en una jornada de escasas referencias macro –sólo destaca la publicación esta tarde en EEUU de las cifras de viviendas iniciadas y permisos de construcción del mes de octubre, que está previsto que muestren una importante recuperación tras un mes de septiembre condicionado por el impacto de los huracanes- y ya con la temporada de publicación de resultados prácticamente finalizada en Europa y en Wall Street, será la tendencia que adopten las bolsas estadounidenses la que determine cómo cierran sus homólogas europeas. La debilidad que está mostrando el dólar esta madrugada en relación a las principales divisas, en especial en relación al euro, podría terminar pesando, no obstante, en el comportamiento de la renta variable europea, sobre todo en los valores más exportadores.