Sesión bastante positiva en los mercados de valores europeos y estadounidenses, en una jornada que se presentaba complicada al celebrar el Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE) su reunión mensual de política monetaria y haberse anunciado que la Administración estadounidense anunciaría por la tarde su propuesta de tarifas para el acero y para el aluminio importado.
En lo que hace referencia a la reunión del BCE, señalar que, si bien la institución mantuvo sin cambios las líneas maestras de su política monetaria, sí realizó un pequeño “ajuste” en su política de comunicación, algo que nosotros esperábamos que dejase para más adelante. Así, y tras reiterar que su actual programa de compra de activos en los mercados secundarios se mantendría hasta su vencimiento en septiembre o “más allá” de ser necesario, el Consejo retiró de su comunicado su compromiso de incrementar el importe de estas compras de considerar que la marcha de la economía lo requeriría.
Ese pequeño “matiz” propició una reacción inmediata en los mercados de bonos, con un repunte de sus rentabilidades, y en el euro, que se fortaleció frente al dólar. Sin embargo, esta primera reacción duró poco, diluyéndose a medida que hablaba en rueda de prensa el presidente del BCE, el italiano Draghi.
Draghi se mostró positivo con la marcha de la economía de la eurozona, de la que volvió a señalar que se estaba comportando mejor de lo esperado en un principio. No obstante, dejó claro que para el Consejo la “lucha” contra la inflación baja no había acabado, reiterando a la inflación subyacente se mostraba todavía muy débil, por lo que era necesario mantener un alto grado de estímulos monetarios. Todo nos hace pensar que el programa de recompra de activos se extenderá hasta finales de año, bajando el importe del mismo a niveles cercanos a los 15.000 millones de euros al mes.
Posteriormente, se irá reinvirtiendo el importe de los vencimientos de los bonos en cartera, al igual que ha venido haciendo la Reserva Federal (Fed), lo que excluye del escenario un final abrupto del programa de compra de activos. Además, los tipos de interés oficiales se mantendrán a los actuales niveles de mínimos históricos hasta bien entrado 2019, y a niveles muy bajos durante mucho tiempo. Tanto la renta variable como los bonos celebraron con alzas estas palabras de Draghi, mientras que el euro se giraba a la baja.
Además, en el buen comportamiento de la renta variable europea pesaron de forma positiva los comentarios que se vinieron haciendo desde la Administración estadounidense, dando a entender que el decreto de las tarifas al acero y al aluminio que iba a anunciar el presidente Trump a última hora de la tarde iba a ser menos agresivo de lo en principio esperado. Y así fue, ya que del mismo se excluyeron finalmente a México y Canadá, los socios de EE.UU. en el tratado TLCAN, y se abrió la puerta a que otros países aliados, caso de Australia, también puedan negociar el ser excluidos del alcance de la nueva ley (la UE también ha manifestado su esperanza de ser excluida de la imposición de tarifas).
A pesar de esta “moderación” del decreto, la implantación del mismo plantea muchas dudas sobre a quién afecta finalmente y si habrá o no represalias por parte de estos países (China ha reaccionado airada esta madrugada, aunque sobre libre comercio y prácticas comerciales justas y equitativas este país tiene poco que decir). En el caso de la UE, el problema puede surgir si el acero que en principio iba destinado a EE.UU., principalmente el de los productores asiáticos, es derivado a este mercado, provocando una fuerte caída del precio del mismo y perjudicando a los productores locales.
No descartamos, por tanto, que la UE se vea forzada a tomar medidas por su parte para evitar esta situación. De hecho, los productores europeos ya las están solicitando. Señalar, por último, que el decreto de tarifas “descafeinado” también facilitó el cierre alcista de los principales índices bursátiles estadounidenses.
Hoy los inversores “desayunan” con una muy buena noticia, al haberse anunciado que el presidente de EE.UU., Trump, ha aceptado reunirse con el líder de Corea del Norte, Kim Jong Un, para discutir el programa nuclear del país asiático. Este acercamiento reduce a mínimos la tensión en la región, algo que ya había comenzado a ocurrir con la participación de Corea del Norte en las Olimpiadas de Invierno celebradas en Corea del Sur. Todo parece indicar que las fuertes sanciones impuestas al régimen comunista están empezando a pasar factura. Si bien este tema no está teniendo impacto alguno en la marcha de los mercados, no por eso deja de ser un factor de riesgo latente que ahora parece que puede terminar por ser desactivado.
Por lo demás, y mientras los inversores digieren a lo largo del día de hoy el tema de los aranceles, que pensamos que seguirá siendo un factor desestabilizador por algún tiempo, esperamos que las bolsas europeas abran de forma mixta y sin grandes cambios. La principal cita del día será la publicación de las cifras de empleo no agrícola en EE.UU., correspondientes al mes de febrero.
Habrá que estar muy atentos a la evolución interanual de los salarios por hora, cuya tasa de crecimiento se disparó en enero hasta el 2,9%, convirtiéndose en el detonante de la corrección que experimentó la renta variable mundial a comienzos del pasado mes al interpretar los inversores que la inflación se podría disparar al alza en EE.UU., lo que provocaría más subidas de tipos oficiales de las en principio estimadas.
En este sentido, señalar que el mercado sigue apostando por tres subidas de aquí a finales de año, aunque la probabilidad de una cuarta es ya del 35%. Si la tasa de crecimiento de los salarios supera en febrero el 2,8% que esperan los analistas, volverá la tensión a las bolsas y a los mercados de bonos y, probablemente, esa probabilidad mencionada se dispare al alza. En sentido contrario, si se demuestra que el repunte de esta variable en enero fue coyuntural, y su evolución en febrero está por debajo de lo esperado por los analistas, las bolsas lo van a celebrar con nuevas alzas.