Ayer asistimos a una sesión extraña en los mercados de valores europeos, que finalizó con los índices mostrando sensibles avances, cerca de sus niveles más altos del día. Tras un comienzo alcista, los principales índices giraron a la baja, lastrados por el repunte de los tipos de interés a largo plazo en EE.UU. -la rentabilidad del bono 10 años estadounidense llegó a tocar el 3% durante la jornada matutina-. La publicación en la Zona Euro, Alemania y Francia de las lecturas preliminares de abril de los índices adelantados de actividad de los sectores de las manufacturas y de los servicios, que sorprendieron en conjunto ligeramente al alza -ver análisis en sección de Economía y Mercados- no tuvo impacto directo en el comportamiento de la renta variable de la región aunque sí lo tuvo, y de forma sorpresiva, en el euro, que se debilitó con fuerza frente al dólar estadounidense, y ello a pesar de que los mencionados índices apuntan a que la ralentización que ha experimentado el crecimiento de la Eurozona en los primeros meses del ejercicio podría haber tocado fondo.
Sin embargo, y ya por la tarde y a pesar de la apertura sin una clara tendencia de Wall Street, los principales índices de los mercados de valores europeos giraron al alza, liderados por los valores del sector de las telecomunicaciones y por los bancos y las aseguradoras, éstos últimos favorecidos por el repunte de los tipos a largo plazo en la región.
En Wall Street, por su parte, lo más destacado de la sesión fue la escasa actividad, situándose el volumen de contratación a los niveles más bajos en lo que va de ejercicio. En este mercado los valores tecnológicos y los relacionados con las materias primas minerales se convirtieron en un lastre para los índices. Los primeros después de que un nuevo proveedor de Apple (NASDAQ:AAPL) revisara a la baja sus expectativas de resultados por la debilidad de la demanda por parte de sus clientes, mientras que el segundo grupo se vio negativamente afectado por el desplome de los precios de algunas materias primas, especialmente del aluminio, que cedió cerca del 7% durante la jornada. Ello fue consecuencia del comunicado emitido por el Departamento del Tesoro estadounidense en el que se alargaba el plazo en seis meses para que las empresas estadounidenses dejaran de operar con las compañías rusas del sector que han sido sancionadas recientemente. Además, en su comunicado el Departamento del Tesoro apuntaba a un levantamiento de las sanciones si las compañías afectadas se desligaban de los oligarcas rusos “castigados” por su supuesta participación en el intento de influir en el resultado de las elecciones estadounidenses. Otros metales “damnificados” fueron el paladio y el níquel -la caída del precio de este último mineral arrastró ayer a la baja a las acciones de Acerinox (MC:ACX) y de Aperam (MC:APAM) en la bolsa española-.
Por último, destacar igualmente el comportamiento del precio del crudo durante la jornada, muy afectado por la fuerte especulación. Así, durante gran parte del día esta variable cayó con fuerza tras manifestar Irán su intención de apoyar el fin del acuerdo entre los países OPEP y “no OPEP” para reducir su producción. Sin embargo, por la tarde, la posibilidad de que el presidente Trump denuncie el acuerdo firmado por su país y las potencias occidentales con Irán para levantar las sanciones que afectaban a este último país y un nuevo ataque con misiles en Arabia Saudita provocó un giro de 180 grados en el precio del crudo, que cerró la sesión al alza.
Hoy esperamos que las bolsas europeas abran ligeramente en positivo, en línea con el buen comportamiento que han tenido esta madrugada los mercados asiáticos. Las principales referencias de la sesión, aparte de los resultados empresariales -ver agenda del día en sección de Eventos de Empresas-, volverán a ser por orden de importancia i) las rentabilidades de los bonos a largo plazo, especialmente del estadounidense que ayer cerró cerca del nivel psicológico del 3%; ii) el dólar; iii) el precio del petróleo, y iv) el precio de las materias primas minerales. En mayor o menor medida todas estas variables están relacionadas con el crecimiento económico y la inflación y, por ello, con la política monetaria de los bancos centrales. Un repunte mayor de lo esperado de la inflación, concretamente en EE.UU., podría modificar sustancialmente el escenario al que se enfrentan los mercados de bonos y de renta variable, de ahí la relevancia de las variables enumeradas.
Por lo demás, destacar que en la agenda macro del día -ve estimaciones en cuadro adjunto- destaca la publicación en Alemania de los índices de clima empresarial de abril, que elabora el instituto IFO, y en EE.UU. del índice de confianza de los consumidores del mismo mes, índices adelantados de actividad en ambos casos.
Por último, y en lo que hace referencia a los resultados empresariales dados a conocer en la bolsa española esta madrugada, señalar que a priori, las cifras del Banco Santander (MC:SAN) están en línea con lo esperado; algo mejor a nivel beneficio neto, pero peor a nivel explotación por un repunte en los costes de explotación consecuencia de las inversiones que ha llevado a cabo la entidad en trasformación comercial y digital. Por su parte, los de Enagás (MC:ENAG) (ENG) han quedado algo por debajo de lo esperado por los analistas al haber llevado a cabo la compañía una reclasificación de tipo contable que ha penalizado las cuentas a partir de explotación -ver sección de Empresas-.