Tras varias sesiones de alzas ininterrumpidas, las bolsas europeas se tomaron ayer un respiro, cerrando sus principales índices con significativas caídas. La jornada comenzó a la baja en estos mercados, en un claro seguidismo del negativo cierre de Wall Street el día precedente, con los inversores “digiriendo” el comunicado emitido por el Comité de Mercado Abierto de la Reserva Federal (FOMC) y discerniendo si finalmente serán dos o tres las subidas de los tipos de interés que implementará el banco central estadounidense en lo que resta de ejercicio.
En este sentido, señalar que todos los indicadores macro publicados recientemente en EE.UU. apuntan a un significativo repunte de la inflación, consecuencia de los mayores costes de los insumos y de la falta de mano cualificada, producto de un mercado de trabajo tensionado. Ayer los índices adelantados de actividad de los sectores no manufactureros, el PMI servicios y el ISM no manufacturero, no fueron una excepción en este sentido. Así, en EE.UU. la fortaleza de la economía parece confirmada, por lo que la Reserva Federal continuará con su proceso de retirada de estímulos monetarios, subiendo progresivamente sus tasas de interés.
Pero si este escenario de tipos al alza en EE.UU. generó ayer algunas dudas a los inversores, también lo hizo, y en sentido contrario, la publicación en la zona euro de la lectura preliminar de abril del IPC, cuya tasa de crecimiento interanual volvió a bajar frente al mes precedente, hasta el 1,2%, situándose por debajo de lo esperado por el mercado. Peor aún, la tasa de crecimiento interanual de su subyacente se desplomó hasta el 0,7% desde el 1,0% del mes de marzo, situándose ambas variables muy lejos del objetivo de cerca del 2% establecido por el Banco Central Europeo (BCE)
La reacción de las bolsas a la publicación de los datos no fue positiva, al contrario que la de los bonos, que acogían con alzas en sus precios el descenso de la inflación, lo que impulsó a la baja sus rentabilidades. Este escenario no es bueno para los bancos, lo que se dejó notar ayer en su comportamiento en bolsa, convirtiéndose el mismo en un verdadero lastre para los índices.
Además, las bolsas europeas se vieron presionadas por el mal inicio de sesión en Wall Street -el Dow Jones llegó a ceder más de 400 puntos en un momento dado. En este mercado los inversores se mostraban preocupados por dos factores recurrentes: i) la posibilidad de que la Fed “acelere” su proceso de alzas de tipos y ii) el potencial inicio de una guerra comercial entre China y EE.UU., escenario que ayer se enrareció más tras la nueva amenaza de la Administración estadounidense de limitar la venta en EE.UU. de algunos productos chinos, dirigidos al sector de las telecomunicaciones.
Cabe recordar que ayer llegó a China el secretario del Tesoro estadounidense, Steven Mnuchin, para negociar con las autoridades de este país las demandas de su Gobierno en materia comercial y de propiedad intelectual. Las primeras noticias filtradas sobre las mencionadas negociaciones parecen optimistas, pero habrá que estar atentos porque este es un tema que no se va a resolver en dos días, y en el que tanto China como EE.UU. tienen “líneas rojas” que no pueden superar.
No obstante, y a pesar del mal tono con el que comenzó la jornada, en las últimas horas de la sesión la bolsa estadounidense giró al alza, con los valores relacionados con las materias primas y los tecnológicos a la cabeza, cerrando los índices de forma mixta, sin grandes cambios en relación al día precedente. En esta bolsa el sector bancario también fue un lastre, penalizado por el repunte de los precios de los bonos y las caídas de sus rentabilidades.
Hoy, en un día con una agenda macro muy intensa, en la que destacaríamos la publicación en la zona euro de los índices adelantados de actividad de los sectores de servicios, los PMI servicios de abril, y en EE.UU. de los datos de empleo del mismo mes, esperamos que las bolsas europeas abran al alza, animadas por el positivo giro que dio ayer Wall Street a última hora del día. También la publicación del PMI servicios de China de abril, que ha superado lo esperado por los analistas, debe servir a apoyo a los mercados europeos.
Por lo demás, la atención de los inversores seguirá centrada en las negociaciones en China entre la delegación comercial estadounidense y las autoridades del país asiático. Cualquier noticia que apunte a un distanciamiento de posturas será negativamente recogida por los mercados, mientras que, si las partes muestran cierto optimismo sobre la posibilidad de evitar una confrontación comercial a gran escala, las bolsas reaccionarán con alzas.