En la semana que hoy comienza esperamos que la atención de los inversores gire hacia las tensiones entre EE.UU. y sus principales socios, con la inestabilidad política en España y, sobre todo, en Italia, que la semana pasada revolvió los mercados financieros perdiendo protagonismo. Mientras, la agenda macroeconómica de esta semana será bastante ligera.
Así, el pasado viernes el nuevo Gobierno italiano juró su cargo y se espera que esta semana consiga sin problemas la aprobación del Parlamento. El nuevo Gobierno está formado por una mezcla extraña de ministros que incluye tanto tecnócratas como políticos, europeístas como antieuropeístas, pero lo que parece claro es que el riesgo de que se ponga encima de la mesa una salida de Italia del euro ha quedado descartado, por lo que los inversores se han quedado más tranquilos al respecto. Habrá que ver qué medidas concretas empieza a intentar implementar este nuevo Gobierno y, sobre todo, qué efecto tienen éstas en las finanzas del país.
En cualquier caso, no esperamos que se implementen las reformas que Italia necesita para que su economía, con un crecimiento significativamente inferior al resto de las grandes economías de la eurozona (Alemania, Francia, España), gane dinamismo. A corto plazo, no obstante, tal y como hemos señalado, la atención de los inversores se centrará en el déficit público y la sostenibilidad de las finanzas del país. Habrá que estar atentos a las opiniones de las agencias de rating.
Mientras, en España esta semana se debaten en el Senado los Presupuestos que el nuevo Gobierno del PSOE ha decidido aceptar como suyos, si bien con el PP amenazando ahora con enmendarlos, posiblemente en contra de los intereses del PNV. En cualquier caso, mientras se mantenga el compromiso con los objetivos de déficit público creemos que los inversores van a mantenerse tranquilos. Recordamos, en este sentido, que la situación de España no es comparable a la de Italia, ya que en España ya se han llevado reformas estructurales, su ratio de endeudamiento es mucho menor, al tiempo que la economía registra mayores tasas de crecimiento y, finalmente, la permanencia en la zona euro no está cuestionada, al menos en la mayor parte del espectro político.
Posteriormente, serán las medidas que el nuevo Gobierno en minoría intente sacar adelante las que tendrán que ser analizadas (existe el temor de que el PSOE recupere una propuesta de imponer un impuesto sobre las transacciones bancarias) así como la probabilidad de que sean aprobadas por el Parlamento. Algunas empresas más dependientes de las decisiones gubernamentales sí se verán afectadas a corto plazo, como es el caso de AENA (MC:AENA) que ha tenido que retrasar la presentación de su plan estratégico, los posibles retrasos en las licitaciones de Renfe o la desinversión del Estado en Bankia (MC:BKIA).
Por el contrario, las tensiones comerciales entre EE.UU., sus socios en el TLCAN (Canadá y México) y la Unión Europea volverán al centro del escenario esta semana. Recordamos que EE.UU. ha dejado vencer las exenciones de las que disfrutaban estos socios comerciales en relación a las tarifas arancelarias impuestas por EE.UU. sobre el acero y el aluminio, a lo que éstos no han tardado en responder amenazando con imponer aranceles en represalia. Además, la UE y Canadá han denunciado a EE.UU. ante la Organización Mundial del Comercio por este motivo.
El próximo viernes comienza una reunión del G7 en Canadá, en la que estas tensiones serán sin duda uno de los principales temas de discusión. Igualmente, la relación entre China y EE.UU. no parece mejorar. Ayer terminó una tercera ronda de negociaciones entre EE.UU. y China sobre el déficit comercial sin que se produjera ningún acuerdo.
Por otro lado, tal y como hemos señalado, la agenda macro de esta semana será más liviana, si bien hay alguna cita que cabe destacar: Así, el martes conoceremos los índices PMI del sector servicios del mes de mayo en la eurozona y sus principales economías y en EE.UU. (en este país se publica también su homólogo ISM). Siendo el sector servicios el que más peso tiene en las economías occidentales estos índices serán escrutados con el fin de confirmar si se está produciendo una divergencia entre la economía de EE.UU., que parece que está recuperando fuerza en estos meses de primavera, y la de la UE, en la que la debilidad registrada en el primer trimestre de 2018 parece que se está extendiendo al segundo trimestre de 2018.
Además, el miércoles se publican en EE.UU. los datos de productividad del primer trimestre de 2018 y la balanza comercial de abril (los analistas se fijarán especialmente en el déficit de EE.UU. con China). El jueves se publicará el PIB del primer trimestre de 2018 de la eurozona, que esperamos confirme la tendencia de desaceleración registrada en las cifras que han venido publicando las principales economías del área estos últimos días.
Por otro lado, señalar que este fin de semana el Financial Times indicaba que Unicredit (MI:CRDI), el mayor banco de Italia, podría estar barajando fusionarse con el gigante francés Société Générale (PA:SOGN), noticia que ha sido negada por la entidad francesa (Unicredit ha declinado hacer comentarios), pero que sin duda repercutirá hoy en las cotizaciones de todo el sector financiero europeo. Al otro lado del Atlántico será el gigante tecnológico Apple (NASDAQ:AAPL), que celebra su Conferencia Anual de Desarrolladores entre el 4 y el 8 de junio, una de las compañías bajo el foco de atención de los inversores.
Con todo ello, esperamos que las bolsas europeas abran hoy al alza, siguiendo la tendencia de cierre de Wall Street el viernes y la tendencia de las bolsas asiáticas esta mañana, en una jornada sin citas relevantes en el calendario macro. Mientras, los inversores mantendrán en el radar la posible evolución de la relación de EE.UU. con sus principales socios comerciales.