Ayer asistimos a una jornada muy dura en los mercados de valores europeos y estadounidenses, con la “confusa” nueva política comercial estadounidense como principal detonante de los fuertes descensos que experimentaron muchos valores. Así, ayer “reinó” la confusión en las bolsas, provocada por filtraciones, desmentidos, contradicciones, lo que llevó a los inversores a cerrar posiciones de riesgo y a optar por los conocidos como activos refugio: bonos y valores defensivos, como las utilidades o los de consumo básico.
A primera hora del día, y como señalamos ayer, the Wall Street Journal publicaba que la Administración estadounidense estaba estudiando limitar las inversiones de las empresas chinas en firmas tecnológicas estadounidenses e impedir exportaciones adicionales de tecnología estadounidense al país asiático. Esta aparente “nueva vuelta de tuerca” en la política comercial estadounidense, que posteriormente fue desmentida por varios importantes miembros del equipo económico del presidente Trump, incrementó la tensión en los mercados, ampliando la desafección de los inversores a nuevos sectores de actividad, concretamente al tecnológico, sector que hasta ahora se había mantenido bastante al margen de este tema y que ayer fue duramente castigado en los mercados, al igual que siguieron siéndolo los valores industriales, especialmente los relacionados con el automóvil -algunas casas de análisis han comenzado a revisar a la baja sus recomendaciones, descontando ya la entrada de unas tarifas que todavía no se han implementado- o los energéticos, en este caso a pesar de que el precio de crudo se mantuvo bastante estable.
Todo ello provocó que los índices europeos fueran a menos durante la jornada, viéndose penalizados por una apertura claramente bajista de Wall Street y por un fuerte repunte de la volatilidad (el VIX finalmente se disparó ayer al alza, subiendo en la jornada más del 25%). El negativo comportamiento inicial de la bolsa estadounidense empeoró tras un tweet del secretario del Tesoro estadounidense, Mnuchin, intentando “arreglar” las cosas al calificar de “noticias falsas” lo publicado por el Wall Street Journal. El problema es que estos tweets parece que a veces “los carga el diablo” (la cortedad de estos mensajes, que impide al que los elabora expresarse al detalle, provoca muchas veces confusión) y la “jugada” salió muy mal.
Mnuchin, queriendo rebajar la tensión con China dijo que las medidas filtradas al periódico estadounidense no sólo afectarían al país asiático, sin aclarar a qué se refería. Esta fue la “puntilla” que necesitaban los inversores para decantarse definitivamente por las ventas. A última hora, uno de los asesores del presidente Trump en materia comercial, Peter Navarro, intentó arreglar el desaguisado, negando la mayor y desmintiendo incluso al propio secretario del Tesoro. Logró con ello que la bolsa estadounidense experimentase un pequeño rally, aunque éste duro poco y no impidió que los principales índices de Wall Street cerraran con fuertes caídas, con el tecnológico Nasdaq Composite a la cabeza.
Por tanto, ayer reinó la confusión en los mercados “gracias” a una cada vez más imprecisa estrategia comercial estadounidense, algo que está generando gran confusión entre las autoridades chinas, que a día de hoy ya no saben qué es lo que quiere realmente EE.UU. y qué es lo que deben negociar. Lo que sí parece claro es que no se van a quedar quietas. Ayer, sin ir más lejos, tomaron medidas con el objetivo de incrementar la liquidez: bajaron el ratio de las reservas obligatorias de los bancos en 50 puntos básicos, liberando $ 800.000 millones de liquidez y provocando la depreciación del yen, una de las “principales” armas que pueden utilizar contra EE.UU.
Hoy, en principio, esperamos que los principales índices bursátiles europeos intenten rebotar cuando abran por la mañana. Las palabras de Navarro, uno de los asesores de Trump más beligerantes en materia comercial, intentando “quitar hierro” a la situación, y diciendo que los mercados lo habían entendido mal y estaban sobrerreaccionando es posible que tengan el efecto que ayer no terminaron de alcanzar, aportando algo de tranquilidad a los mercados.
Veremos a ver si a lo largo del día no se producen nuevas declaraciones o se emiten nuevos tweets que “embarren” más la situación. De momento, recomendamos prudencia.