En una sesión en la que esperábamos que las votaciones sobre el Brexit en el Parlamento británico monopolizaran la atención de los inversores, fueron realmente el BCE y sus posibles nuevas actuaciones para contrarrestar la ralentización económica los que “movieron” los mercados de valores. Así, la intervención a primera hora del día en una conferencia del presidente del BCE, el italiano Mario Draghi, propició un nuevo repunte de los bonos soberanos y la fuerte caída de sus rentabilidades. También, aunque parezca contradictorio, provocó que el sector bancario europeo rebotara con fuerza. En su discurso Draghi dijo que el BCE ajustará la orientación a largo plazo de los tipos de interés en función de las nuevas perspectivas de inflación y expresó la disposición de la institución para actuar si las perspectivas a medio plazo continuaban deteriorándose de forma significativa. Según dijo, en tal caso, la entidad adoptaría todas las decisiones de política monetaria que fueran "necesarias y proporcionadas" al logro de su objetivo. Esta parte de su discurso fue la que provocó el repunte de los bonos, mientras que en la que habló de la posibilidad de introducir medidas que contribuyan a preservar los efectos positivos para la economía de los tipos negativos a la vez que mitigan sus efectos secundarios fue la que animó al sector bancario. En este sentido, señalar que, posteriormente, la agencia Reuters, citando a fuentes cercanas al BCE, informó de que la máxima autoridad monetaria de la zona euro, estaría estudiando opciones para una facilidad de depósito de múltiples niveles, lo que protegería a los prestamistas de al menos parte del coste adicional de mantener el exceso de liquidez.
De esta forma, mientras que los mercados de bonos “celebraban” con fuertes alzas y, con los consiguientes recortes en sus rentabilidades -la del 10 años alemán cerró ayer en el -0,09%-, las cotizaciones de los bancos se dispararon al alza, aunque posteriormente estas ganancias se fueron moderando. En este sentido, señalar que a medio plazo el hecho de que el BCE se esté planteando mantener sus tasas de interés de referencia a los actuales niveles por mucho más tiempo del anticipado por los mercados no son buenas noticias para el sector bancario ya que: i) si lo hace es porque la economía de la región está muy débil, lo que restará negocio a las entidades de crédito; y ii) los márgenes del sector continuarán muy presionados, penalizando como ya lo están haciendo las rentabilidades de los bancos. Dicho esto, señalar que ayer fue este sector el que junto con el del automóvil, este último animado por los rumores sobre posibles operaciones corporativas de concentración, sostuvieron los índices bursátiles europeos durante la sesión, los cuales cerraron de forma mixta, sin grandes variaciones. Índices como el FTSE Mib y el Ibex-35, en los que el sector bancario mantiene un peso relativo elevado, fueron los que mejor comportamiento mantuvieron durante toda la jornada.
En la sesión en Wall Street, los bonos fueron igualmente los protagonistas, con muchos inversores, temerosos de que la ralentización económica global termine por extenderse a EE.UU., optando por incrementar sus posiciones en estos activos los cuales, un día más, vieron como sus rentabilidades volvían a ceder. Así, la del bono del Tesoro a 10 años se situó al cierre a su nivel más bajo desde el mes de diciembre de 2017, manteniéndose por debajo de la del bono a tres meses. Precisamente, la inversión de la curva fue ayer muy comentada en este mercado, debate en el que intervinieron algunos “pesos pesados” como el presidente de la Reserva Federal de Dallas, Kaplan, el cual señaló que, a pesar de la inversión de la curva, es muy pronto para empezar a debatir sobre posibles recortes de tipos por parte de la Reserva Federal (Fed). Kaplan, además, indicó que para que la inversión de la curva comience a preocuparle, esta debería durar algunos trimestres, no solo unos días, y eso todavía no ha ocurrido. No obstante, y a pesar de que muchos analistas también intentaron AYER quitarle dramatismo a la comentada inversión de la curva de tipos, los inversores optaron por continuar su huida hacia activos de corte más defensivo como la renta fija.
Hoy la economía volverá a ser protagonista ya que la agenda macro del día se presenta bastante intensa. En ella destacaríamos, sobre todo, la publicación en la zona euro de los índices de confianza sectoriales de marzo, que elabora la Comisión Europea (CE), y que nos darán mucha información de con qué “moral” han acabado el trimestre los empresarios de en los distintos sectores de actividad de la región. También se darán a conocer las lecturas preliminares de marzo de los IPCs de Alemania y España, aunque la gran cita de la jornada será la publicación esta tarde en EE.UU. de la lectura definitiva del PIB anualizado del 4T2018. Se espera una ligera revisión a la baja del crecimiento del mismo desde el 2,6% de su segunda estimación hasta el 2,3%, aunque haya casas de análisis que van todavía más lejos al situar el crecimiento del trimestre en el 1,8%. Entendemos que cualquier lectura que se sitúe muy por debajo de los esperado por el consenso podría provocar nuevos recortes en la renta variable estadounidense, recortes que se extenderían al resto de mercados.
Por lo demás, comentar que las noticias que llegan esta mañana sobre los avances en las negociaciones comerciales entre EE.UU. y China parecen ser positivas -ver sección de Economía y Mercados-, aunque todo parece indicar que éstas continuarán todavía por un tiempo, no estando nada claro cuándo podrán los presidentes de ambos países, Trump y Xi, reunirse para ratificar el acuerdo.
En lo referente al Brexit, señalar que ayer las numerosas votaciones sobre distintas alternativas para el proceso fueron rechazadas por el Parlamento británico que sólo parece estar de acuerdo en una cosa: que rechaza un brexit duro. Algo es algo. Decir, además, que las expectativas de la primera ministra británica Theresa May de que se apruebe su plan son cada vez menores, incluso habiendo ofrecido su propia inmolación, ya que sus aliados Unionistas, los parlamentarios de la DUP, rechazaron apoyar con sus votos el mismo. Por tanto, de momento, el brexit seguirá condicionando el comportamiento a corto plazo de los distintos mercados financieros europeos dada la elevada incertidumbre que sigue generando la caótica gestión política del mismo.
Para empezar, esperamos que las bolsas europeas abran hoy sin tendencia definida, con muchos inversores manteniéndose al margen del mercado, a la espera de acontecimientos. Como hemos señalado ya, la publicación esta tarde de la lectura final del PIB estadounidense del 4T2018 podría ejercer como punto de inflexión para las bolsas, para bien o para mal, determinando la tendencia de cierre de las mismas en la sesión.