En una sesión en la que el BCE fue el principal protagonista, los índices bursátiles europeos cerraron de forma mixta, sin grandes variaciones. Las expectativas generadas por la reunión del Consejo de Gobierno del BCE, especialmente en lo que atañía al sector bancario, no se cumplieron, lo que terminó lastrando el comportamiento de estos valores en bolsa. Así, y cumpliendo con el guion establecido, el BCE mantuvo sin cambios los principales parámetros de su política monetaria. Sin embargo, se esperaba que, al menos en la rueda de prensa que se celebra regularmente tras la reunión del Consejo, el presidente de la institución, Mario Draghi, hablara de dos temas que afectan directamente a las entidades de crédito de la región: i) un calendario de implementación de las nuevas subastas ilimitadas de liquidez, las conocidas como TLTRO, y ii) la posibilidad de que el banco central “compensara” de alguna forma a los bancos por los tipos de interés negativos que deben pagar por mantener sus depósitos en el BCE. En este sentido, se había hablado de un sistema de tipos escalonado que redujera el coste total de lo que debían pagar los bancos. Las expectativas de muchos agentes del mercado al respecto habían animado las cotizaciones de los bancos durante las primeras horas de la sesión. Sin embargo, Draghi, en su intervención, dejó claro que todavía era demasiado pronto para hablar de ambos temas, no descartando que fueran tratados más adelante. Ello sentó como un “jarro de agua fría” al sector en bolsa, girándose a la baja las acciones de los bancos y lastrando de esta forma el comportamiento de los principales índices de la región, en especial el del FTSE Mib italiano y el del Ibex-35, en los que la banca mantiene una elevada ponderación.
Por lo demás, la sesión en Europa fue tranquila, destacando la buena acogida que tuvieron en los mercados de renta fija las intenciones del BCE de no subir sus tasas de interés de referencia hasta, por lo menos, finales de año. Así, los precios de los bonos se revalorizaron mientras volvían a descender sus rentabilidades, algo que tampoco sentó bien al sector bancario, cuyos márgenes y rentabilidades se ven presionados a la baja cada vez que bajan las rentabilidades a largo plazo.
En Wall Street la sesión estuvo también condicionada por los bancos centrales, en concreto por la publicación de las actas de la reunión de marzo del Comité de Mercado Abierto de la Fed (FOMC). Finalmente, el contenido de las mismas no aportó nada nuevo, confirmándose que la mayoría de los miembros del Comité abogan ahora por no subir tipos este año y mantenerse a la espera de ver cómo evoluciona la economía estadounidense antes de adoptar decisión alguna en materia de política monetaria. Destacar que la mayoría del FOMC considera que la economía de EE.UU. sigue sólida, aunque se está viendo amenazada por varios factores como la ralentización económica mundial, el Brexit y el conflicto comercial entre EE.UU. y China -para más detalle ver sección de Economía y Mercados-. La reacción de las bolsas estadounidenses a la publicación de las mencionadas actas fue relativamente positiva lo que junto a los buenos resultados de la aerolínea Delta terminó por animar a los inversores a tomar posiciones, cerrando todos los principales índices bursátiles de Wall Street con ganancias. Los valores del sector de la tecnología, los energéticos y los de consumo discrecional fueron los que mejor se comportaron durante la jornada, mientras que las utilidades, los valores relacionados con las materias primas minerales y los industriales se quedaron algo rezagados.
Posteriormente, y tras el cierre de los mercados de valores occidentales, se supo que los líderes de la UE habían decido dar un plazo de aproximadamente seis meses al Reino Unido para el Brexit -hasta el 31 de octubre- para que el Gobierno del país pudiera aprobar en el Parlamento británico un plan para su salida de la UE -ver sección de Economía y Mercados. Si bien creemos que este plazo adicional servirá para tranquilizar un poco a los mercados financieros de la región, no somos demasiado optimistas de que esta nueva “patada a seguir” sirva para algo. Habrá que ver lo qué es capaz de lograr la primera ministra británica, Theresa May, en ese periodo de tiempo si es que sobrevive a las “conspiraciones” de su propio partido. De momento, lo que parece que se evita es que MAÑANA el Reino Unido salga de forma no ordenada de la UE, algo que habría provocado un verdadero caos en toda la región.
HOY, para empezar, esperamos que las bolsas europeas abran sin dirección clara, con los inversores intentando digerir todos los acontecimientos de los últimos días, entre ellos este nuevo aplazamiento del Brexit. A partir de ahora será la temporada de resultados trimestrales, que comienza de forma oficiosa MAÑANA en Wall Street con la publicación de las cifras de JP Morgan (NYSE:JPM) y de Wells Fargo (NYSE:WFC), y la marcha de las negociaciones comerciales entre EE.UU. y China las que centren la atención de los inversores y determinen la tendencia a corto plazo de las bolsas. En ese sentido, señalar que AYER el secretario del Tesoro estadounidense, Mnuchin, dijo estar satisfecho de cómo marchan las cosas y anunció que ambos países habían llegado a un principio de acuerdo sobre el mecanismo que se instaurará para hacer un seguimiento del cumplimiento del acuerdo.