Tal y como esperábamos, la reacción inicial de las bolsas europeas a los positivos datos macroeconómicos publicados en China de madrugada fue de indiferencia, como igualmente había ocurrido anteriormente en las bolsas asiáticas. Sin embrago, y a medida que avanzaba la sesión, los inversores en Europa optaron por ver el “vaso medio lleno” y se decantaron, un día más, por incrementar sus posiciones de riesgo. Ello permitió a los principales índices bursátiles europeos cerrar AYER con nuevas ganancias, apoyándose en el buen comportamiento de los sectores de corte más cíclico como los industriales, especialmente el del automóvil, y los bancos. Parece que los inversores están comenzando a apostar por una sensible mejoría de la economía mundial en la segunda mitad del ejercicio, lo que les está llevando nuevamente a adoptar posiciones de riesgo y deshacer algunas en activos de corte más defensivo como los bonos. En ese sentido, cabe destacar el repunte generalizado que han experimentado en la última semana las rentabilidades de estos últimos activos, sobre todo las de largo plazo, lo que ha permitido a la curva de tipos estadounidense aumentar su inclinación con la rentabilidad del bono 10 años superando actualmente con cierto margen a la del bono a 3 meses, con lo que, por ahora, la curva deja de estar invertida.
En Wall Street los principales índices cerraron el día con ligeras caídas, en una sesión en el que los inversores estuvieron muy pendientes de los resultados que dieron a conocer las cotizadas que fueron, en general, positivos. No obstante, el sector de la sanidad se volvió a convertir AYER en un lastre muy pesado para los índices, con los inversores deshaciendo posiciones en el mismo por el riesgo político que han detectado en los programas de la mayoría de los candidatos presidenciales del partido Demócrata. Aunque la reacción es comprensible, dada la incertidumbre generada en el sector por las manifestaciones de algunos candidatos, ésta nos parece algo exagerada teniendo en cuenta que las elecciones no se celebran hasta finales de 2020 y que la nueva composición del Congreso no se conocerá hasta entonces, por lo que, como muy pronto, hasta 2021 no se comenzará a discutir ninguna ley que afecte al sector en el mismo.
HOY, en principio, esperamos un inicio de sesión ligeramente a la baja en las bolsas europeas y ello a pesar de que AYER The Wall Street Journal publicó una noticia en la que se apuntaba a la buena marcha de las negociaciones comerciales entre EEUU y China, y en la que se decía que ambas partes estaban intentando que el acuerdo se firmara a mediados de mayo o, como muy tarde, a principios de junio. En el artículo, tal y como reflejamos en nuestra sección de Economía y Mercados, también se hablaba de una nueva ronda de negociaciones “cara a cara” que tendría lugar a finales de abril y principios de mayo. Sin embargo, las bolsas estadounidenses acogieron la misma sin inmutarse, tal y como también lo han hecho esta madrugada los mercados asiáticos. Todo parece indicar que los inversores están un poco cansados de los continuos anuncios sobre la positiva marcha de las negociaciones y lo que quieren es que el acuerdo se cierre de una vez por todas.
Por lo demás, destacar que la sesión de HOY tiene como principal cita la publicación en la Zona Euro, Alemania, Francia y EEUU de las lecturas preliminares de abril de los índices adelantados de actividad de los sectores de las manufacturas y de los servicios. Habrá que estar atentos a los mismos, ya que cualquier “sorpresa” positiva, que muestre indicios de recuperación de la actividad, especialmente en Europa, será muy bien acogida por los inversores. En sentido contrario, si estos indicadores adelantados apuntan a un nuevo deterioro de la actividad en la región en el presente mes, las bolsas se podrían girar a la baja.