Las bolsas europeas giraron AYER a la baja, lastradas por el temor de los inversores a que EEUU y China no sean capaces de retomar las negociaciones comerciales y a que el conflicto comercial entre ambas potencias se enquiste y termine por penalizar severamente el crecimiento económico global. En este sentido, señalar que AYER el secretario del Tesoro estadounidense intentó quitar hierro a la situación, afirmando que él y el representante comercial estadounidense, Lighthizer, seguían en contacto con los negociadores chinos. Además, dijo que el “tema Huawei” y la negociación comercial eran independientes, algo en lo que no parece que esté de acuerdo el Gobierno de China. Lo cierto, y de cara a los mercados de valores occidentales, es que la aparente incapacidad de ambas Administraciones para acercar posturas -creemos que la parte china está aparentando falta de interés como estrategia negociadora- pesó AYER, lastrando el comportamiento de los valores de corte más cíclico como los relacionados con las materias primas minerales y el crudo o los industriales, en una nueva “huida” de los inversores hacia activos más defensivos. Ello llevó a que los valores de sectores como la sanidad, las utilidades o las inmobiliarias patrimonialistas fueran AYER los que mejor se comportaran en las bolsas europeas y a que los bonos volvieran a subir, lo que conllevó una nueva caída de sus rentabilidades.
Decir, además, que AYER los resultados trimestrales “entraron en juego” en las plazas europeas. Así, las cifras de la multinacional alamana especializada en software de gestión, SAP (NYSE:SAP), defraudaron a los analistas, lo que provocó una fuerte caída de sus acciones (-5,6%), caída que arrastró tras de sí al sector tecnológico europeo y al DAX, índice en el que SAP tiene un peso relativo elevado al ser una de las compañías de mayor capitalización. En sentido contrario, las cifras de la farmacéutica suiza Novartis (SIX:NOVN) “gustaron” como el hecho de que revisara al alza sus expectativas para el ejercicio, lo que impulsó sus acciones al alza (+3,1%) y al sector de la sanidad europea en su conjunto.
La bolsa estadounidense, que comenzó a la baja lastrada por los mismos factores que penalizaron el comportamiento AYER de las bolsas europeas, giraron al alza a última hora de la sesión tras conocerse unas declaraciones del presidente de la Reserva Federal de Nueva York, Williams, en las que parecía abogar por un mayor recorte de tipos en la reunión del Comité de Mercado Abierto de la Fed (FOMC) a finales de mes. Así, Williams vino a decir que ante la falta de margen de maniobra que tienen los bancos centrales en la actualidad es mejor actuar con celeridad ante cualquier indicio de que el crecimiento económico se está ralentizando. Inmediatamente los futuros comenzaron a descontar con una probabilidad del 50% -que era del 34% anteriormente- una rebaja de los tipos de interés de referencia de medio punto porcentual. Aunque posteriormente, y ya con los mercados cerrados, un portavoz de la Reserva Federal de Nueva York quiso restar trascendencia a las declaraciones de Williams, señalando que eran sólo un ejercicio académico, el “daño” ya estaba hecho y los principales índices bursátiles estadounidense habían ya girado al alza, para terminar la sesión en positivo.
El mismo efecto han tenido estas declaraciones de Williams esta madrugada en las bolsas asiáticas, las cuales, ante la perspectiva de una actuación radical por parte de la Fed, han cerrado con fuertes alzas.
Esperamos que esta “supuesta” mayor agresividad de la Fed permita HOY que las bolsas europeas abran al alza, y que sean los valores de corte más cíclico los que lideren las subidas, intentando recuperarse así del castigo que han recibido en las últimas sesiones. En este sentido, destacar que las palabras de Williams fueron en cierta forma respaldadas por el vicepresidente de la Fed, Clarida, al afirmar en una entrevista que una política monetaria ideal ajusta las tasas para mantener la economía en equilibrio y que no se debe esperar hasta que los datos [macroeconómicos] se conviertan en decisivos si uno se lo puede permitir. Es evidente que Clarida habla de actuaciones preventivas por parte de los bancos centrales, algo que parece que la Fed está dispuesta a hacer en la reunión del FOMC de finales de mes. Ahora bien, cómo de preventiva y/o radical será esta actuación, eso es otra cuestión. A lo peor los mercados terminan por llevarse un chasco por esperar demasiada contundencia por parte de la Fed. En principio, las cifras macro que se viene conociendo últimamente no parecen indicar que la economía estadounidense requiere esa agresividad por parte de su banco central.