AYER asistimos a una “tormenta perfecta” en los mercados de valores europeos y estadounidenses gracias a la conjunción de cuatro factores que fueron muy bien recibidos por los inversores: i) el anuncio el lunes por la tarde de que la Reserva Federal (Fed) compraría a partir de AYER tanto ETFs de bonos como bonos individuales de empresas, cumpliendo así con lo anticipado hace unos meses, cuando presentó su programa de estímulos monetarios; ii) los rumores/noticias de nuevos planes de apoyo fiscal mastodónticos en EE.UU., entre ellos uno de 1 billón de dólares dedicado a la actualización y mejora de infraestructuras; iii) el gran comportamiento de las ventas minoristas en EEUU en el mes de mayo, muy por encima de lo esperado y iv) el anuncio de un estudio clínico realizado por la Universidad de Oxford de un tratamiento con un esteroide genérico que reduce la mortalidad entre los pacientes graves afectados por el coronavirus.
El resultado de todo ello fueron fuertes subidas generalizadas de los índices en las principales plazas bursátiles europeas y en Wall Street, con los inversores “olvidando” de momento los rebrotes puntuales de la pandemia en algunos estados de EE.UU. y en la capital de China, Pekín, y recuperando el “apetito” por el riesgo. Este “optimismo” también se dejó notar en los mercados de bonos, en los que los bonos soberanos de los países de la periferia del euro mantuvieron durante toda la jornada un mejor comportamiento que los bonos alemanes, activo que tradicionalmente actúa como refugio, lo que tuvo como resultado un descenso de las primas de riesgo de estos países.
De este modo, y tras la fuerte corrección que sufrieron las bolsas occidentales el pasado jueves, consecuencia del temor de los inversores a nuevos rebrotes del virus tanto en EE.UU. como en otros países y al “moderado” pesimismo sobre el ritmo de la recuperación económica expresado por el presidente de la Fed, Jerome Powell, en la rueda de prensa posterior a la finalización del Comité de Mercado Abierto de la Fed (FOMC), los inversores volvieron a apostar claramente por una rápida recuperación de la economía, escenario que no terminamos de ver claro, y que no reflejan en sus estimaciones ninguna de las principales instituciones mundiales (OCDE, Banco Mundial, BCE, Fed, FMI, Comisión Europea, entre otras).
Es más, AYER Powell, durante su intervención ante el Comité Bancario del Senado, insistió en que hasta que los ciudadanos confíen en que la epidemia está contenida, una total recuperación de la economía es poco probable. Es por ello por lo que no debemos dejarnos deslumbrar por las fuertes alzas que van a registrar en los meses de mayo/junio algunas variables macroeconómicas en muchos países ya que en ello tendrá mucho que ver el “efecto base”, al compararse con meses como marzo y abril en los que la actividad estuvo prácticamente paralizada en la mayoría de las economías mundiales. Serán, por tanto, las variaciones interanuales de estas cifras y los datos de julio en adelante los que nos permitirán determinar cómo marcha la mencionada recuperación. Hasta entonces, cualquier apuesta por activos ligados al ciclo económico sigue siendo muy arriesgada.
HOY, y tras las fuertes alzas de AYER, esperamos que las bolsas europeas se estabilicen, con sus índices abriendo ligeramente a la baja. El hecho de que en China las autoridades siguen imponiendo en la capital y en algunas provincias limítrofes nuevas medidas de confinamiento y de limitación a la movilidad y el transporte es factible que pese en el ánimo de muchos inversores, ya que cualquier rebrote del virus en el país en el que se originó y que, aparentemente, había contenido de forma exitosa su propagación, es fuente de seria preocupación. Así, y aunque es muy positivo el hecho de que se estén desarrollando tratamientos para los enfermos de Covid-19, lo que realmente supondrá un punto de inflexión en esta crisis sanitaria y económica será el desarrollo de una vacuna eficaz, que pueda llegar a toda la población mundial. Será entonces, como dijo AYER Powell, cuando los ciudadanos recuperarán la confianza y se dará un paso importante en la senda de la recuperación económica.