Durante la semana que HOY comienza los inversores se debatirán entre el optimismo que conllevará la publicación de una batería de datos macro en Europa y EE.UU., que esperamos muestren un fuerte repunte de la actividad en los meses de mayo y junio, y el temor que genera el hecho de que la pandemia provocada por el coronavirus de origen chino siga extendiéndose sin control por muchas regiones.
Así, y según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el pasado domingo, con 183.000 nuevos casos a nivel mundial, se batió el récord de nuevos infectados por el Covid-19 en un solo día a nivel mundial, con EE.UU. y Brasil como los países con un mayor número de nuevos casos -en EE.UU. el viernes y el sábado se superaron los 30.000 nuevos casos, el mayor número desde comienzos de mayo-. Además, existe cada vez un mayor temor a que se produzca una segunda ola de la pandemia en el hemisferio norte el próximo otoño. De hecho, el asesor comercial de la Casa Blanca, Peter Navarro, ha dicho este fin de semana que, aunque no pueden asegurar que esta segunda ola se vaya a producir, el Gobierno estadounidense se está preparando para poder atajarla lo mejor posible. Pero, independientemente o no de que se produzca una segunda ola, el temor actual de los inversores es que la primera no termine de estar bajo control y que la reapertura de muchas economías conlleve fuerte rebrotes del virus en muchos países lo que lleve a los distintos gobiernos a replantearse la reapertura y pensar nuevamente en el confinamiento de la población. En este sentido, señalar que desde un punto de vista económico y social cualquier paso atrás en la desescalada sería dramático y así creemos que lo entienden los inversores.
Pero si esta es la cruz para los inversores, la cara van a ser, en principio, las cifras macroeconómicas que se irán publicando en los próximos días, tanto en Europa como en EE.UU., que deben apuntar a un fuerte rebote inicial de la actividad, una vez iniciada la desescalada. No obstante, y como ya hemos señalado en varias ocasiones, este fuerte incremento de la actividad es consecuencia en gran medida del efecto “base”, ya que en los meses de marzo y abril la actividad en la mayoría de estas economías estuvo prácticamente paralizada por las medidas de confinamiento adoptadas por los gobiernos en su intento por atajar la expansión de la pandemia. Será a partir de julio y, sobre todo agosto/septiembre, cuando las cifras macro aportarán más información sobre la fortaleza y sostenibilidad de la recuperación económica y, mucho nos tememos, que las mismas no van a ser demasiado positivas, sobre todo si no se termina de controlar esta primera ola de la epidemia, hecho que entendemos va a condicionar mucho la actitud y la confianza tanto de los particulares como de las empresas, pasando por lo tanto factura al crecimiento económico.
Centrándonos en la intensa agenda macro de la semana que comienza, cabe destacar HOY lunes la publicación en la Zona Euro de la lectura preliminar de junio del índice de confianza de los consumidores y en EE.UU. del índice Nacional de Actividad de Chicago y de las ventas de viviendas de segunda mano, ambos del mes de mayo. Pero será MAÑANA martes cuando se publiquen las cifras más esperadas por los inversores: las lecturas preliminares de junio de los índices de actividad de los sectores de las manufacturas y de los servicios, los conocidos PMIs, de la Zona Euro, sus dos principales economías: Francia y Alemania, del Reino Unido y de EE.UU. Esperamos que las lecturas sigan mejorando, siendo factible que alguna de ellas ya muestre expansión de la actividad frente al mes de mayo. El miércoles será el turno para los índices IFO del mes de junio, índices que evalúan el clima empresarial en Alemania y que también se espera que apunten a una sustancial mejora. El jueves, por su parte, se dará a conocer el índice GfK de confianza de los consumidores alemanes, tanto del mes de junio como el anticipo del mes de julio, mientras que en EE.UU. se publicarán la última lectura del PIB anualizado del primer trimestre de 2020, los pedidos de bienes duraderos de mayo, variable que es una buena aproximación de la inversión, y los datos de desempleo semanal. Por último, el viernes, y también en EE.UU., se darán a conocer los gastos e ingresos personales de mayo, datos que siempre van acompañados de la publicación del índice de precios de los consumidores (PCE), la variable de precios más seguida por la Reserva Federal (Fed) y que esperamos que siga mostrando una significativa desaceleración de la inflación en mayo.
Por tanto, los mercados se enfrentan a una complicada disyuntiva: ver el “vaso medio lleno” y “celebrar” con nuevas alzas los avances en el ámbito económico o, ver el “vaso medio vacío” y adoptar una actitud más defensiva ante el temor a que la falta de control de la pandemia en muchas regiones termine por impactar negativamente el proceso incipiente de recuperación económica. Este debate se trasladará también al tipo de activos en los que invertir, con los inversores más “optimistas” optando por la renta variable y por los valores/sectores de corte más cíclico, y los más “prudentes” por los bonos soberanos, el oro y los valores/sectores de corte más defensivo o que mejor lo pueden hacer en un escenario postpandemia en el que se prevé que cambien sustancialmente los hábitos de consumo de los ciudadanos.
HOY, para empezar, esperamos que las bolsas europeas abran entre planas y ligeramente a la baja, a la espera de que Wall Street les marque el camino, algo similar a lo que ha ocurrido esta madrugada en las bolsas asiáticas, en las que no ha terminado de cuajar tendencia alguna.