Los mercados de valores europeos y estadounidenses cerraron AYER con fuertes alzas, con los inversores volviendo a apostar por segundo día de forma consecutiva por lo que se ha venido denominando como “Ola Azul”, es decir, una amplia y contundente victoria del candidato demócrata Biden en las presidenciales que se celebraban durante la jornada en EE.UU. y de su partido en ambas cámaras del Congreso. Como señalamos en nuestro comentario de AYER, una victoria de este estilo aseguraría la aprobación del tan esperado por los inversores “gran paquete de ayudas fiscales”, destinado a los afectados por la pandemia. Las ganancias tanto en las principales plazas europeas como estadounidenses fueron generalizadas, aunque destacó el buen comportamiento de los valores más ligados al ciclo económico, como los bancos y las empresas del sector industrial. El dólar, por su parte, se debilitó sensiblemente respecto al resto de principales monedas, al esperar los inversores un fuerte incremento del déficit y de la deuda pública en EE.UU. en el caso de que se diera el mencionado resultado electoral.
Sin embargo, a estas horas de la mañana, y mientras continúa el escrutinio, todo apunta a un resultado electoral mucho más apretado de lo inicialmente previsto por las encuestas, con el presidente Trump habiendo vencido en varios estados clave en los que se esperaba que fuera Biden el ganador. Sin poder decir a estas alturas quién ha ganado la presidencia de los EE.UU., lo que sí parece evidente es que la “Ola Azul” no se ha producido y que el país sigue dividido en dos, lo que hará muy complicada la legislatura para el vencedor de las elecciones. Tampoco parece nada claro que los demócratas vayan a recuperar el control del Senado, lo que, en caso de victoria de Biden, complicaría mucho la implementación del programa electoral de su partido.
La incierto del resultado electoral viene provocando continuos vaivenes en los futuros de los índices bursátiles europeos y estadounidenses esta madrugada, por lo que predecir qué puede ocurrir en el día de HOY en las bolsas es realmente complicado, más aún teniendo en cuenta que el escrutinio electoral se va a retrasar en varios estados que son claves para determinar el resultado de las elecciones. De momento, el dólar ha recuperado esta madrugada todo lo cedido AYER, mientras que, y esto es algo a resaltar, ya que tiene difícil explicación, los futuros del Nasdaq Composite apuntan a una fuerte subida del índice cuando abra Wall Street esta tarde, aunque todo ello puede cambiar a medida que se vaya aclarando el escenario político en EEUU. Insistimos que el peor escenario para los activos de riesgo, entre ellos para la renta variable, es que se tarde días o, incluso, semanas en saber quién ha ganado las elecciones. Esperemos que no sea así, y que entre HOY y MAÑANA se pueda conocer el resultado definitivo de las mismas.
Por lo demás, señalar que la agenda macro del día es bastante intensa, destacando en la misma la publicación tanto en Europa como en EE.UU. de las lecturas finales de octubre de los índices adelantados de actividad del sector servicios, los conocidos PMIs. En principio se esperan lecturas muy distintas en ambas regiones, con los PMIs de la Zona Euro apuntando claramente a la contracción de la actividad en el mes, contracción que puede haber sido muy intensa en algunos países de la zona, mientras que se espera que en EE.UU. sigan indicando un sólido crecimiento. Como siempre señalamos, los PMI del sector servicios son mucho más representativos del estado global de las economías desarrolladas, al tener este sector un peso en las mismas muy superior al de las manufacturas. Es por ello por lo que nos tememos que las lecturas de octubre de estos índices van a confirmar que la segunda ola de la pandemia y las restricciones reimpuestas por muchos gobiernos y autoridades locales a la movilidad de los ciudadanos y a la actividad empresarial están ya lastrando la economía europea, y provocarán muy probablemente una nueva entrada en recesión de algunos de los países de la región, entre ellos de Francia y de España. Lo que más nos preocupa es el hecho de que el margen de maniobra del BCE y de los distintos gobiernos sea cada vez menor, por lo que habrá que poner toda nuestra esperanza en un pronto desarrollo y distribución de una vacuna efectiva contra el Covid-19 para comenzar a controlar la pandemia y para que la economía de la región vuelva a reactivarse.