Entran las dudas de nuevo en la empresa andaluza Abengoa (MC:ABGek) tras los resultados publicados del tercer trimestre de 2016 y es que en estos se refleja que el agujero que han hecho en la empresa sus expropietarios, la familia Benjumea, ha sido mayor de lo inicialmente esperado y le va a costar sudor y lágrimas seguir con su actividad y volver a la senda de los beneficios.
Y es que, tras la aceptación por parte de los acreedores del plan de reestructuración, al ver los resultados publicados para poder alcanzar un equilibrio patrimonial en la sociedad se tendrán que hacer ampliaciones de capital por grandes importes y la acción va a sufrir una depreciación que le va a llevar a cotas inferiores a los 10 céntimos por acción.
Centrándonos en los datos se ve en el informe publicado en la CNMV como Abengoa ha tenido unas pérdidas de 5402 millones de euros, una auténtica barbaridad. Ya se van conociendo todas las deudas que tiene la sociedad y que escondían sus anteriores propietarios y se ha ajustado el valor de sus activos que tenían una depreciación que no se había reflejado hasta ahora.
Así los resultados financieros negativos son de casi 1000 millones de euros y las pérdidas de explotación, o sea de su actividad son de cerca de 700 millones de euros, con lo que el negocio de la empresa pierde dinero y aún no hay un plan de esta para que su actividad pueda ser rentable.
A la entidad se le ha ido dando liquidez provisional por parte de una serie de acreedores para que pudiera incluso poder pagar las nóminas de sus empleados.
Abengoa tiene sobre 1700 millones de euros de deuda vencida y no pagada y el total de su deuda financiera asciende a 7183 millones de euros.
Si seguimos analizando los informes presentados por Abengoa vemos que tiene un entramado de bonos, obligaciones, deudas con acreedores vencidas sin pagar, préstamos con entidades bancarias con un tipo de interés muy alto y deudas con organismos oficiales.
Todo esto se ha ido orquestando durante mucho tiempo y solo ahora ha salido a la luz cuando por fin la sociedad se ha abierto para que sus estados financieros sean analizados pormenorizadamente.
Abengoa además cuenta con infinidad de filiales, muchas de ellas deficitarias y sin actividad y que han ido lastrando las cuentas de su grupo.
Tengo dudas de que a pesar de la quita de deuda acordada en el plan de reestructuración la compañía pueda aceras cargo incluso con los intereses devengados.
Tras la presentación de este informe y al analizarlo no veo clara la viabilidad de la empresa.