El cruce entre el yen y la libra tuvo un abrupto descenso la semana pasada, que llevó al par a caer a mínimos en un mes. Luego registró un rebote significativo, que prácticamente borró de un plumazo todas las pérdidas que tenía el cruce.
Esta subida evitó que el GBP/JPY quebrase un soporte de largo plazo y además, al ser tan lejos de los mínimos, sugiere cierta consolidación por delante o incluso un posible reversión.
Pero no todo es positivo para la libra. Como se puede ver en el gráfico, el cierre de todas formas se dio por debajo de la media móvil de 20 semanas y las presiones bajistas aún se mantienen.
En caso de que no vuelvan a haber desplomes significativos en las bolsas, se podría esperar que el par continúe operando en el rango entre 175,70 y 167,60 hasta fin de año. El quiebre de 167,60, podría estar acompañado de una importante aceleración bajista en el mercado. En la dirección alcista, salvo un desplome del yen, niveles de precio por encima de 175,60 parecerán poco sustentables.