En rangos sumamente estrechos se mueven los precios de los pares principales de divisas. El dólar intenta recomponer posiciones ante el euro, que el lunes quebró la zona de 1,06, en tanto se mantiene sin cambios importantes ante el yen, y asoma apenas ganador ante la libra esterlina.
La divisa única se mueve dentro de un canal bajista, cuya base superior tocó varias veces en las últimas sesiones, y si logra quebrar la difícil zona de 1,0630, podría iniciar un camino alcista de corto plazo, con objetivos en 1,0655 y 1,0675. Las noticias no ayudaron al euro: el PIB de Alemania, medido en términos trimestrales, creció por debajo de lo esperado, y ello provocó una baja modesta de su precio a primera hora. En caso de caer de 1,0595, primer soporte, el precio estirará su recorrido bajista a la zona de 1,0555.
En cuanto a la libra esterlina, frenó su recuperación en las últimas horas, luego de conocido el índice de inflación minorista en Reino Unido, que creció por debajo de las expectativas. La libra, de todos modos, tiene un amplio camino alcista por andar en los próximos tiempos, a medida que se van diluyendo los efectos del Brexit, del cual los votantes británicos parecen ser los primeros arrepentidos en haber aprobado. La zona de 1,25 aparece, otra vez, como la resistencia a seguir, y su quiebre podría darle nueva fuerza a la libra, con objetivo de corto plazo en 1.2535.
Por su parte, el yen intenta recuperar posiciones en estas horas, lo cual podría confirmar al quiebre de 113,10, primer soporte de importancia en el corto plazo. La divisa nipona está siendo buscada como refugio, y ante cada comentario "raro" de Donald Trump, gana puntos, para perderlos cuando el efecto de estos comentarios se diluye. El gap que el par dejó el 30 de enero en 115,05 oficia de resistencia de medio plazo, a unos 180 puntos del nivel actual.
Esta suerte de pausa que se ha tomado el mercado en los últimos días, podría quedar sin efecto cuando la titular de la Fed, Janet Yellen, inicie la primera de sus dos presentaciones ante el Congreso.
Difícilmente Yellen ofrecerá muchas precisiones acerca de los pasos que dará el organismo en materia de tipos de interés, pero sí se espera que hable de una inflación que hasta ahora no es problema, pero que puede serlo muy pronto, y que generaría movimientos en los tipos en el corto plazo. La propia Yellen habló de tres alzas de tasa durante 2017, y no le sobra tiempo: le quedan siete reuniones.