Los seres humanos tenemos la tendencia de querer controlar todo lo que está a nuestro alrededor, porque eso nos transmite una especie de seguridad (la mayoría de las veces falsa). Además es una forma de eliminar la incertidumbre y evitar cosas extraordinarias.
Con esto lo que busca la mayoría, es evitar la incertidumbre porque les aterra. Y esta es la razón por la que muchos traders quieren controlar todo lo que sucede en el mercado, pero no se dan cuenta que es una cosa sola la que puede controlar un trader completamente a la hora de operar, y se trata de:
Controlarse a si mismo.
Muchos traders que son enemigos de la incertidumbre, buscan tener certidumbre en una profesión en dónde esta suele brillar por su ausencia.
En el trading la incertidumbre es el actor principal, pero muchos se empeñan en querer ejercer el control sobre el mercado en vez de centrarse en observarse, centrarse y controlarse a si mismo.
Lo único que puede controlar al cien por cien un trader a la hora de operar, es a sí mismo. Así de claro y simple, no hay nada más que pueda tener un completo control de la situación.
El problema es que muchos buscan constantemente tener controlado todo lo que se encuentra a su alrededor, entre ellos el mercado, y se olvidan de que solamente lo único que pueden dominar es a ellos mismos.
La incertidumbre y aprender a danzar con ella son dos ingredientes principales en los mercados, por lo cual para poder sacar beneficio de ello es necesario que te conozcas y aprendas a gestionarte emocionalmente de manera adecuada y efectiva.
Por eso a muchos traders les encanta hacer predicciones acerca de qué hará el precio, si sube o baja, en vez de estar centrados en que hace el precio y actuar en consecuencia a lo que dicta su plan de trading.
Una de las características que tenemos es la de querer adivinar, buscar anticiparse y ser admirado por esto, sentirse el más rápido, en síntesis: “el más listo de la clase”. Y cuándo se persigue esta actitud, lo único que se logra es ser esclavo de esto, con resultados bastantes negativos.
Muchas personas pierden el tiempo y la energía en adivinar sobre lo que piensa uno y otro o juzgando con contundencia por qué actuaron de una manera u otra sin saber realmente porque lo han hecho. Y este comportamiento inconscientemente con la consiguiente pérdida de energía lo trasladan al trading.
Lo único que puedes controlar a la hora de hacer trading, es a ti mismo. Y te aseguro que con esto tienes bastante para trabajar.
Controlarse a uno mismo es ante todo: conocerse interiormente. Sin esto es imposible que puedas gestionarte emocionalmente.
A la hora de hacer trading es imprescindible que te gestiones emocionalmente, porque las emociones no se las eliminan ni se las borra, simplemente se las gestiona. Y para esto será necesario que aprendas a observarte en cómo reaccionas, qué te provoca miedos y frustraciones, cómo respondes antes las pérdidas y las ganancias.
En síntesis que aprendas cuál es la actitud qué adoptas ante los resultados, ya sean positivos o negativos.
Tu actitud es lo único que puedes controlar.
También será importante que aprendas a preguntarte cuándo las cosas no salen bien; en qué puedes mejorar y qué no has hecho bien; porque echar las culpas al entorno que te rodea, no te servirá para solucionar el problema.
Si eres de los que quieren controlar todo, será muy difícil que seas consistente en tu trading, salvo que aprendas a controlar únicamente tu actitud.
Para terminar a modo de reflexión, te dejo dos preguntas:
¿Eres de los que te gusta tener todo controlado?
Para ti: ¿qué es lo más importante a controlar cuándo haces trading?