Los motores tradicionales que impulsaron el crecimiento en la primera década del nuevo siglo se están apagando. Es hora de buscar nuevos factores que empujen a la expansión global. India es uno de ellos y usted puede aprovecharlo.
En septiembre de 2014, hace casi dos años, me encontraba en el hotel Sheraton de Colonia de Sacramento, Uruguay. El motivo de esa estadía fue la 2ª Conferencia anual de Inversiones de Inversor Global. Como siempre, se trató de un momento especial y muy ameno ya que pudimos compartir con una parte importante de nuestra comunidad opiniones, visiones de mercado y hablar de experiencias en el campo de las finanzas personales.
Me acuerdo perfectamente de lo que hablé en mi exposición personal: “Buscando valor en la marea emergente”. La idea era romper la inercia de pensar en los mercados más importantes del mundo para tratar de detectar oportunidades en lugares menos tradicionales, poco conocidos para el mundo inversor.
En mi búsqueda me topé con la India, la mega potencia asiática que viene creciendo bajo la sombra China. Se trata de la democracia más grande del mundo, con una población que supera los 1.000 millones de personas.
Este país se encuentra en un fuerte proceso de reestructuración con un pujante desarrollo del mercado interno. Es cierto, la base comparativa inicial es muy baja. Pero también es una realidad de que es un movimiento muy difícil de ignorar por las consecuencias económicas que se derraman de esta transformación.
Un gráfico puntual me llamó la atención allá por 2014, cuando preparaba la presentación para los más de 300 suscriptores que nos acompañaron en el evento:
Para el año 2023 se proyecta que el mercado doméstico de la India, medido por el gasto del consumidor, supere al de Japón, convirtiéndose en el tercer mayor segmento de consumo minorista del mundo, por detrás de Estados Unidos y China.
Seguramente usted se estará preguntando si esta dinámica sigue vigente en la actualidad, ya que la información anterior data de 2014 y, dos años después, el mundo ha cambiado de sobremanera. Los mercados emergentes han perdido vigor, el mundo crece menos, el dólar se ha fortalecido y la Reserva Federal retiró los estímulos monetarios y llevó adelante un pequeño ajuste de los tipos de interés.
Incluso recientemente la OCDE, uno de los organismos más poderosos en términos económicos a nivel global, señaló que el mundo se encontraba en una “trampa de bajo crecimiento”. Pronosticó que el mundo se expandirá sólo 3% este año y apenas 3,3% el próximo. Bajo esas circunstancias todo luce más desafiante. Sin embargo, India sigue brillando.
El PIB indio se expandió a una asombrosa tasa de 7,9% anual durante el primer trimestre de 2016, después de haber crecido un 7,3% en 2015. Estas tasas de expansión le permitieron al país continuar liderando el ranking de las economías con mayor velocidad de crecimiento en el mundo.
Un informe reciente de Credit Suisse (SIX:CSGN) habla de que “el éxito de la economía india se explica principalmente por el comportamiento de los consumidores, los cuales gastan a una tasa mayor que sus pares de otras economías emergentes a partir de la mayor confianza y las menores expectativas de inflación”.
Cuando comparamos el proceso de expansión de la India en relación a China todavía el primero se encuentra muy lejano del boom que el gigante asiático comenzó en la década de los ’90 y consolidó en los primeros años del nuevo siglo. Pero indica, sin dudas, que es una historia con mucho potencial de cara a los próximos años.Un ejemplo claro es el consumo de combustible en este país. Según la Agencia Internacional de Energía (AIE), el consumo de petróleo en la India se ubicó en 4,5 millones de barriles diarios en marzo, mostrando un aumento de más de 12% respecto a los 4 millones de barriles diarios promedio consumidos en 2015.
Pese a este crecimiento, que muestra en parte el mayor desarrollo de la economía, el consumo de petróleo per cápita de la India es aún bajo en relación a otras potencias. Por ejemplo, la penetración del transporte privado (automóviles y motocicletas) se encuentra en apenas 144 por cada 1.000 habitantes. Y si excluimos del análisis a las motos, por las cuales los indios tienen preferencias, el ratio pasa a 17 autos por cada 1.000 personas.
Para tener una idea, esta cifra en Estados Unidos llega a 850 por cada 1.000 habitantes.
Si observamos el crecimiento del parque automotor en India es realmente asombroso. Pero como mencioné anteriormente, todavía hay espacio para seguir creciendo fuerte. ¿Cómo podemos aprovechar este boom?
Una empresa emblema de India que se identifica fuertemente con este sector es Tata Motors Limited (NYSE: TTM). Se trata de un fabricante de automóviles y otros vehículos a precios accesibles para el común de la gente de ese país. Tata también tiene exposición en el mundo, penetrando sus productos en diferentes mercados.
Con una relación precio / ganancias inferior a 10 veces, Tata se presenta como una opción volátil, pero con alto potencial.