El comunicado de enero de la Reserva Federal había mostrado pocos cambios y dejaba el camino abierto para el comienzo de la normalización de la política monetaria tan pronto como junio, en lo que se denomina como “el despegue”.
Pero las minutas mostraron otro tipo de mensaje, un de mayor precaución y de temores a apurarse en subir las tasas. A esto se sumaron los últimos datos económicos: la inflación sigue a la baja, lo que da posibilidad de seguir con una política acomodaticia; y el resto de los datos no son negativos, pero últimamente han mostrado cierta desaceleración.
¿Significa esto una demora en el despegue? Posiblemente sí, pero de todas formas los datos serán los que guíen a los funcionarios. La baja inflación, la suba del dólar y el contexto internacional pueden hacer que el banco central liderado por Janet Yellen posponga el momento de subir las tasas. De todas formas, sigue siendo de los pocos en camino a hacerlo, lo que mantiene al dólar con una perspectiva a favor, aunque se puede ver bajo presión en los próximos días.
El próximo encuentro será el 17 y 18 de marzo; allí se sabrá más ya que además del comunicado habrá nuevas proyecciones y conferencia de prensa de Yellen.