Las elevadas cotizaciones que hemos visto en algunos instrumentos financieros en los últimos días están provocando vértigo a los inversores más conservadores. Sin embargo, en la búsqueda de una mayor tranquilidad, estos últimos pueden estar cometiendo errores garrafales para la cartera. Hace unas semanas escribí un newsletter en el cual propuse una estrategia para poder disfrutar de la volatilidad que el mercado iba a presentar en los días siguientes. Por aquel momento, los lectores más proclives a asumir esos riesgos vieron con beneplácito la propuesta.
Sin embargo, quienes se encontraban en la vereda opuesta, la de los más conservadores, no se sentían identificados con la operación propuesta.
Dos correo electrónicos que recibí al respecto, bregaban por lo mismo:
“Prefiero estar posicionado en las acciones más tradicionales, menos volátiles, que me pueden dar retornos seguros. Sobre todo en estos momentos de gran optimismo y confianza en el mercado.”
A priori, se trata de un razonamiento muy correcto, salvo que estamos en un momento donde el mercado muestra las señales más contradictorias de la historia.
Cuando uno habla de inversiones en acciones, en una primera instancia puede hacer una división transversal entre dos categorías:
Acciones de Valor: Representadas por aquellas empresas “tradicionales” que presentan negocios estables, flujo de fondos predecibles y tienen un lento pero constante crecimiento. A su vez, son empresas maduras que reparten dividendos a sus accionistas. En términos de valoración, presentan ratio Precio / Ganancias bajos y sus movimientos en comparación con el mercado son pequeños.
Ejemplos de este tipo de compañías son Coca-Cola (NYSE:KO), McDonald’s (NYSE:MCD), Wal-Mart (NYSE:WMT).
Acciones de Crecimiento: Esta categoría incluye a todas aquellas acciones de empresas que se encuentran en un proceso de expansión y crecimiento muy dinámico, conquistan nuevos mercados y con tasas de avance de las ventas muy altas. Por lo general, no son empresas rentables, reinvierten sus ingresos en expandir su participación de mercado y tienen un Precio / Ganancia elevado respecto el mercado. Son mucho más volátiles que las acciones de valor.
Empresas que son representantes de esto son Amazon (NASDAQ:AMZN), Alibaba (NYSE:BABA), Netflix (NASDAQ:NFLX).
Como podemos observar la gran diferencia es que las empresas de valor son más baratas que las firmas de crecimiento, aunque, claro está, su potencial alcista es menor dado el nivel más bajo de volatilidad.
Sin embargo, el mercado actual rompe con esta lógica.
El combustible que significó los estímulos monetarios aplicados por los bancos centrales del mundo permitió impulsar el precio de las acciones a niveles récord, altamente insospechados hasta hace unos meses.
Y cuánto más alto está el mercado, los inversores “moderados” más se enamoran de las acciones más seguras, las de valor, cubriéndose de eventuales correcciones fuertes de las bolsas. Cuando llegan esos momentos, los inversores entran en pánico.
¿Es correcto este comportamiento en las actuales circunstancias del mercado?
No parece.
Observemos el siguiente gráfico.
El gráfico siguiente toma en consideración las empresas que tienen un “Beta menor a 1” que, en teoría, son las menos volátiles. Se divide dichas compañías en 10 deciles (eje X), agrupándolas por nivel de volatilidad. En el decil 1 están las firmas que tienen un beta entre 0,0 y 0,1; en el 2, las de beta entre 0,1 y 0,2; y así sucesivamente…
Te recuerdo que el “Beta” de una acción es cómo se mueve la misma en relación al mercado en general. Si una acción tiene un beta mayor a 1 quiere decir que, de media, ese activo tiene movimientos más grandes que el mercado (tanto al alza como a la baja). Si el beta es igual a 1, de media, los movimientos de la acción y el mercado son similares. Finalmente, un activo con un beta menor a 1 tiene movimientos menos bruscos, de media, que el mercado.
En otras palabras, un Beta pequeño asegura menor volatilidad. Y uno alto, refleja más variabilidad. En el primer caso, estas firmas están asociadas con ratios Precio / Ganancias bajos y a las del segundo pelotón, con niveles más altos.
Durante la muestra de 1964-2015 (barras grises), esta relación se cumplió.
Las acciones con beta más bajo (menos volátiles) tenían una relación Precio / Ganancia más pequeña, mientras que a medida que se aumentaba el beta (nos movemos de izquierda a derecha en el gráfico), el P/G crecía.
Pero en la actualidad el mercado está mandando señales muy equivocadas.
Las empresas menos volátiles (ubicadas en los deciles 1 y 2) presentan ratios Precio / Ganancias más altos que la de los deciles siguientes. Esto rompe con la relación histórica que mostramos anteriormente.
Que el Precio / Ganancia de estas empresas sea alto puede ser por dos cosas. O las ganancias de estas firmas caen, o los inversores están pagando precios muy altos. Y creo que esto último es lo que está ocurriendo.
Obnubilados con la historia de las empresas de “beta” bajo, se están pagando precios que no se corresponden con los fundamentos y la historia de esas acciones. Ejemplos de esto último se da en McDonald’s Corporation (NYSE:MCD) (Beta de 0.65 y P/G de 23 veces) o General Mills (NYSE:GIS) (Beta de 0.67 y P/G de 27 veces).
Mi consejo es que no te enamores de lo que históricamente fue lo más seguro ya que puedes estar pagando un precio demasiado alto por ello.