Dura sesión la de ayer que, sin embargo, no cambió aún el perfil técnico del mercado a la espera del cierre semanal. Seguimos trabajando en la idea de contener en la medida de lo posible las pérdidas generadas por un mercado que no siendo globalmente bajista hasta hoy, nos ha nos obligado a mantener un elevado grado de inversión en renta variable. Tenemos reglas para no hacernos preguntas, es uno de los lemas de la casa; que practica desde hace más de diez años con indudable éxito a largo plazo un acercamiento conductual a los mercados. Esa frontera de cambio de tendencia general, determinada por el S&P500, está siendo puesta en entredicho de nuevo durante estos últimos días. Lo hace ya con un nivel de pesimismo propio de los suelos en los grandes procesos de ajuste que no alteran el ciclo; como los vividos en 2010 y 2011.
Pero ni siquiera rompiendo niveles clave a la baja vamos a salir de una situación alcista en el proceso de orden principal. El mercado alcista va a seguir vivo aunque pueda ser ampliamente corregido y la renta variable es y seguirá siendo a un plazo medio/largo el mejor lugar en el que buscar rentabilidades -sobre todo en entornos de tipos cero-, aunque temporalmente ésta demande un alto en el camino que, sin duda, está deteriorando nuestras carteras más de lo que nos gustaría debido al fuerte castigo relativo que viven las plazas europea en general y española en particular. El deterioro paulatino del mercado, ha devuelto a los precios a su última frontera; donde ya estuviera hace un par de semanas; con una fuerte corrección europea y japonesa que, sin embargo, no ha roto por al momento el soporte clave de Wall Street.
Wall Street debe renunciar a su zona de último soporte antes de tomar una posición muy restrictiva, que nos situaría en una exposición renta variable en el entorno del 25%; muy lejos del 80/90% de exposición que manteníamos hace un año por estas fechas acompañando el proceso de fondo. Siguiendo el principio básico en la filosofía de Ágora de operar aceptando las reglas que establecen las tendencias, consideramos que sólo en el caso de que se produzca un cierre confirmado de la zona de sporte clave del S&P500, que a priori puede situarse en el umbral de los 1800 puntos del índice, la tendencia habría cambiado a bajista tras muchos meses de oscilación lateral en un rango del 12 por ciento del S&P500, obligándonos a una nueva reestructuración de las carteras en busca de menor exposición.