Van pasando los días y no tenemos un movimiento definitivo en línea con lo que podíamos esperar, tras las correcciones de finales de abril y principios del mes de mayo. La sensación que da el mercado en este momento y nuestro selectivo en particular, es que están a la espera de algo y razones no le faltan, con el Brexit por delante, la próxima reunión de los países de la OPEP y, si me apuráis, nuestras elecciones. En definitiva, parece razonable, desde un punto de vista macro, que nos encontremos en una situación de punto muerto y con un volumen tan bajo, en la que no nos decidamos si rompemos hacia arriba o nos vamos definitivamente para abajo. Tampoco parece que el anuncio de futuras subidas de tipos en Estados Unidos se haya digerido muy bien, pero no es algo que debería de sorprendernos, ya que teniendo en cuenta que la política de subidas no había cambiado, si no sólo aplazado, era cuestión de tiempo volver sobre el tema.
Por lo que respecta a nuestro IBEX 35, llevamos dos semanas en la misma línea y nunca mejor dicho. La directriz alcista de corto está actuando como soporte de manual, pero tampoco esta dando el empuje necesario como para superar los 8.840 y, por lo tanto, ir cogiendo altura en busca de los 9.360, con permiso de los 9.000. El "problema" es que el tiempo se agota y el próximo movimiento, para bien o para mal, será decisivo y de amplitud. La directriz bajista de largo plazo se aproxima también y si no encontramos el argumento suficiente para iniciar la siguiente onda alcista del cambio, la consecución del objetivo de los 9.500 se alargará en el tiempo y ese hipotético escenario en el que nos vamos a los 7.900 a cerrar huecos, que en su día quedaron pendientes, podría coger fuerza y adelantarse para volver a replantearnos la tendencia de nuestro selectivo. ¿Será el mes de mayo fiel a su historia?