La Paz, 12 mar (EFE).- El ministro boliviano de Hidrocarburos,
Luis Fernando Vincenti, consideró hoy que es urgente agilizar la
reforma institucional en la petrolera estatal YPFB, ante nuevos
casos de posible corrupción en la empresa.
En entrevista con el canal estatal, Vincenti sostuvo que
Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) "tiene la
necesidad" de realizar una "reingeniería que le permita ponerse al
nivel de los grandes desafíos" trazados por el Gobierno de Evo
Morales para el sector de hidrocarburos en los próximos cinco años.
"(YPFB) ha sido una empresa que la heredamos residual y que ha
ido recibiendo cada vez más funciones y competencias y esto no ha
ido acompañado de la reforma institucional profunda que requiere,
sobre todo para hacerse cargo de esta importantísima y trascendental
decisión de iniciar el proceso de industrialización del gas", dijo.
Vincenti consideró que los problemas estructurales que enfrenta
la compañía no se han podido resolver por su "endeblez
institucional", reflejada en la carencia de normas y reglamentos
específicos para su funcionamiento y administración.
"Tenemos que resolver esta necesidad urgente y por eso es que es
imperiosa esta reingeniería", agregó.
La autoridad aludió así a la denuncia presentada la semana pasada
por la empresa estatal contra Marcelo Limón, el propietario de tres
gasolineras en la ciudad oriental de Santa Cruz, que estafó 2,3
millones de bolivianos (325.000 dólares) a YPFB por la venta de
combustibles.
Según la estatal, a fines de 2009, el empresario compró
combustibles y supuestamente pagó con cheques que no tenían fondos
en dos bancos del país, uno de ellos del Estado, y pasando por alto
los controles de la petrolera.
La denuncia ha sido atendida por el Ministerio Público y, además,
provocó una investigación interna en YPFB y la suspensión por 90
días de diez funcionarios de la estatal que presuntamente violaron
normas internas de forma deliberada en beneficio del empresario.
Según medios locales, el caso destapó la posible existencia de
una red de corrupción de empleados de la empresa que cobraban
comisiones ilegales a los propietarios de algunas gasolineras para
venderles volúmenes de combustible adicionales a los fijados por
YPFB para cada estación de servicio.
La petrolera, que dirige el proceso de nacionalización de los
hidrocarburos emprendido por Evo Morales, ha estado marcada por el
estigma de la corrupción desde que en 2009 su ex presidente Santos
Ramírez fuera encarcelado acusado de cobrar comisiones ilegales por
adjudicar obras.
Actualmente, la firma está dirigida por Carlos Villegas, quien
pretende consolidarla como una compañía corporativa con varias de
las filiales que fueron nacionalizadas desde el año 2006. EFE