Antonio Broto
Pekín, 15 abr (EFE).- La economía china subió un 11,9% en el
primer trimestre de 2010 en comparación con el mismo periodo de
2009, acelerando aún más el ritmo de crecimiento y desatando los
primeros temores a un sobrecalentamiento, aunque Pekín cree que la
tendencia alcista se moderará a lo largo del año.
La subida trimestral, la mayor en casi tres años, supera en 5,7
puntos porcentuales la del primer trimestre de 2009 (6,2 por ciento)
y en 1,2 puntos la del último trimestre del pasado año (10,7 por
ciento).
Hay que tener en cuenta, sin embargo, que el primer trimestre de
2009 fue el periodo en el que China evidenció los peores efectos de
la crisis financiera mundial.
Según las cifras dadas hoy por el Buró Nacional de Estadísticas
de China (BNE), el Producto Interior Bruto entre enero y marzo de
2010 ascendió a 1,17 billones de dólares (864.000 millones de
euros).
"El ritmo de recuperación económica nacional se ha extendido aún
más, sentando una buena base para lograr los objetivos de todo el
año", resumió, al presentar las cifras, el portavoz del BNE, Li
Xiaochao.
El Gobierno chino ha previsto un crecimiento nacional del 8 por
ciento para 2010 (el Banco Mundial prevé un 9,5 por ciento, y el
Banco de Desarrollo Asiático un 9,6 por ciento), algo que a vista de
las cifras aportadas hoy parece fácil de lograr, pero según el
portavoz, no será tan sencillo como podría pensarse:
"La segunda mitad del año va a suponer grandes retos, porque el
mismo periodo del año pasado tuvo un ritmo de crecimiento
relativamente rápido", señaló Li, dando a entender que a partir de
julio podría haber una fuerte ralentización en el ritmo de
crecimiento.
El crecimiento económico chino, explicó, sigue en los inicios de
2010, como en 2009, dependiendo especialmente de las inversiones, y
dentro de éstas, de las llevadas a cabo por el Gobierno.
La inversión en activos fijos del primer trimestre del año
ascendió a 517.000 millones de dólares (379.000 millones de euros),
un crecimiento interanual del 25,6 por ciento.
Las ventas al por menor, principal indicador del consumo, se
elevaron a 531.000 millones de dólares (389.000 millones de euros),
un aumento del 17,9 por ciento con respecto al mismo periodo de
2009.
El aumento del consumo, principal rama macroeconómica que China
quiere fomentar para paliar la debilidad de la demanda externa, está
produciendo un aumento de precios tras las tendencias deflacionarias
de 2009.
Así, el IPC subió un 2,2 por ciento en el primer cuarto de 2010,
ya cerca del límite del 3 por ciento que se ha fijado como objetivo
Pekín para finales de año.
El IPC bajó el pasado marzo, un 0,7 por ciento, aunque hay que
tener en cuenta que en el mes anterior China celebró el Festival de
Primavera, fiestas que, de manera similar a las Navidades
occidentales, suelen ir acompañadas de un aumento de precios.
En cuanto el comercio exterior, debilitado en 2009 por la crisis
global, este ascendió a 617.850 millones de dólares (452.800
millones de euros) en el primer trimestre de 2010, un aumento del
44,1 por ciento.
Las exportaciones ascendieron a 316.170 millones de dólares
(231.700 millones de euros), una subida del 28,7 por ciento, y las
importaciones totalizaron 301.680 millones de dólares (221.100
millones de euros), un 64,6 por ciento.
El rápido aumento de las importaciones chinas produjeron que en
marzo el país registrara su primer déficit comercial en tres años,
de 7.240 millones de dólares, o 5.300 millones de euros.
Pese a las positivas cifras en la mayoría de los campos
estudiados, el portavoz Li señaló que las condiciones para el
crecimiento económico "siguen siendo complicadas".
"Los precios de los productos en el mercado internacional son
altos, algunos países aún tienen crisis relacionadas con su deuda y
nos enfrentamos a muchas incertidumbres", explicó.
También en la economía interna vio el portavoz señales de
preocupación, tales como los efectos que la sequía en el sur de
China (la peor en un siglo) podría tener en los precios de los
alimentos. EFE
abc/mz/mdo